miércoles, 8 de enero de 2025

MENORES DESCONTROLADOS Y POLÍTICOS OPORTUNISTAS



ANÁLISIS. Empecemos con una pregunta a las autoridades: ¿si está más que confirmado que los niños-adolescentes de Ecuador están siendo reclutados por los narcos con los que estamos en ‘guerra’, por qué el ‘estado de excepción’ no aprieta el control a los pequeños que caminan en las noches sin acompañamiento de adultos? Solo a los adultos nos quita “la libertad de tránsito, todos los días, desde las 22h00, hasta las 05h00”.

Los cuatro niños-adolescentes de Las Malvinas, un barrio de Guayaquil de alta incidencia delincuencial, salieron solos a jugar fútbol en una cancha cercana, dijeron sus familiares. No hay una grabación que confirme esto, pero los actos posteriores no son de fútbol.

“20.39 del 8 de diciembre 2024, en el sector de las Malvinas, cerca de su lugar de residencia… se observa a un grupo de diez niños …, justo bajo un puente de desnivel en la intersección de la Avenida 25 de Julio con Ernesto Albán”. La pregunta es: ¿qué hacían bajo un puente de desnivel, en lugar de ir de la cancha a su casa?

Sigue el relato: “En ese instante, los niños comienzan a correr y seis militares aparecen en escena, uniformados con camuflaje, intentando detenerlos. A medida que los niños se dispersan, un civil logra capturar al joven con camiseta naranja y pantalón corto azul, sujetándolo por el brazo y entregándolo a un militar”. La pregunta es: ¿por qué el civil colaboró con la captura de este joven? “Presuntamente (con otras personas) estaban robándole a una mujer, dijo el ministro de defensa, Gian Carlo Loffredo”. Los militares capturaron a los cuatro niños-adolescentes y los subieron a una camioneta.

20.44. Esta escena termina el momento en que la camioneta arranca y se va. Días después los cuerpos de los pequeños aparecieron calcinados en un terreno de Taura. La gran pregunta es: ¿quién cometió ese crimen? Hay varias hipótesis. Los políticos, especialmente, dicen que fueron los militares, otros señalan a miembros de bandas con los que los menores tuvieron alguna rivalidad. (Datos del artículo: ‘Las cámaras de vigilancia confirman la implicación de las Fuerzas Armadas en la desaparición de cuatro niños en Guayaquil’. El País. Carolina Mella. 24 diciembre 2024.)

‘GUERRA ES GUERRA’

Desde el 2023 cuando el presidente Daniel Noboa declaró la ‘guerra’ a los narcos, las fuerzas de seguridad del país entraron en una ‘guerra interna’ real, de esas que no se hacen con guantes blancos, se hacen con armas. Lo podemos ver en los noticieros: las guerras en Ucrania, Israel, etc. Y ahora, en Ecuador, las balas vuelan de un lado a otro. ‘Bandas’ se enfrentan con militares y policías, ‘bandas’ se enfrentan con ‘bandas’ (por posesión de territorios o disputa de mercados), y llega un momento en que ya no se sabe quién es bandolero, quién es inocente, más ahora cuando la inocencia empieza a ser sospechosa porque los narcos se han dedicado a reclutar a niños de 6-8 años de edad. Les conviene sean menores de edad porque no son detenidos o si son detenidos, pocos son sentenciados, o si son sentenciados, “pronto salen libres con su historial delictivo borrado, como la ley lo ordena”, decía un policía.

Los narcos los entrenan en el manejo de armas para hacerle la ‘guerra’ a la sociedad con robos, extorsiones, secuestros, microtráfico y tráfico grande en el mercado local donde la demanda ha crecido en los grupos socio-económicos bajo, medio y mucho más en el alto que tiene mayor capacidad económica para financiar sus vicios.

Los niños y jóvenes más diestros en el manejo de armas son ‘invitados’ u obligados al sicariato para matar a los de las bandas enemigas o uniformados o, simplemente, a quien se les cruce en la calle. En estos ‘juegos de guerra’, varios mueren. Es el gran problema extra que está observándose en esta ‘guerra’.

BANDAS MATAN CASI UN NIÑO POR DÍA

¿Sabe a cuántos niños y jóvenes asesinan mensualmente las mafias del narcotráfico que operan en Ecuador?

Entre enero y octubre 2023 fueron por lo menos 77 por mes, igual a 2.5 por día. El total en esos diez meses fueron 770.

Entre enero y septiembre 2024, las mafias asesinaron un promedio de 33.3 niños y jóvenes por mes, o sea, alrededor de uno por día. En total, las víctimas en estos nueve meses fueron 300.

Estas estadísticas a las que pocos familiares, personas, organizaciones les dan importancia, muestran que los crímenes a menores de edad bajaron en un año a la mitad. (Datos de notas: ‘Ecuador: La tasa de homicidios de niños, niñas y adolescentes aumentó en un 640 por ciento en cuatro años – UNICEF.15 enero 2004’ y Observatorio del Crimen Organizado/Teleamazonas 4 septiembre 2024).

MUERTOS DE LADO Y LADO

De lado y lado mueren. Según la Policía Nacional, en lo que va de 2023 han sido asesinados 85 agentes. Mientras que en 2022 hubo 28 casos de este tipo. (Fuente: ‘Asesinatos de policías se incrementaron en un 203% en 2023’. Primicias).

“En general, las muertes violentas desde el inicio de 2024 en Ecuador ascienden a 3.508, según informó este lunes la ministra del Interior, Mónica Palencia, al anotar que en ese mismo lapso del año pasado (2023) contabilizaron 4.307”. Significa que hubo una baja de 799. (Datos de: Swissinfo/EFE. 29 julio 2024).

De los miles de crímenes de niños y jóvenes, de adultos civiles y uniformados, pocos detalles se conocen. Las víctimas son brevemente identificadas por la prensa o alguien de seguridad y pasan a las estadísticas como un muerto más. No se sabe si iniciaron procesos judiciales para descubrir a los autores, cómplices, encubridores. Las familias callan por miedo y no hay personas, instituciones que las apoyen, por lo menos, anímicamente.

Los políticos, cual aves carroñeras, aparecen solo cuando ven a elementos de seguridad involucrados en alguna muerte. De los centenares de niños-adolescentes asesinados anualmente por las narco-mafias, no hablan. Tampoco de los adultos, de los policías asesinados por estos grupos. Esto fortalece la teoría de que los políticos usan los crímenes para hacer oposición al gobernante de turno, ganar votos en elecciones y desprestigiar al ‘plan de seguridad’ que estorba a sus amigos mafiosos que ya no pueden comerciar libremente drogas, como lo hacían en su tiempo ‘verde flex’.


martes, 31 de diciembre de 2024

DESEMPLEO Y RETORNO DE MIGRANTES EXPULSADOS POR EE.UU., ¿OTRO PROBLEMA PARA ECUADOR?

ANÁLISIS. Los motivadores dicen que cada primero de enero debemos escribir una ‘lista de deseos’. Muchas personas hacen eso y terminan amontonando listas de deseos incumplidos que ni siquiera se les ocurrió quemarlas. Entre esos está: “un trabajito”. A la espera de que el deseo se convierta en milagro, con la típica paciencia del ecuatoriano, esas personas hacen ‘cualquier cosita’. Llegó diciembre y varias decidieron insistir en la petición, esta vez, con un plan para superar los obstáculos que encontró en los años pasados. ‘La fe mueve montañas’.

NO HAY TRABAJO PARA TANTA GENTE

Primer problema. La población mundial actual está en los 8 mil 200 millones, más del doble de 1974 (50 años atrás) cuando fueron 3 mil 700 millones. Entonces había bastante trabajo, “nos rogaban para que trabajáramos”, decía alguien, en broma. Ahora no hay trabajo para tanta gente, entonces nos preguntamos: porqué los chinos, japoneses, indios que son los campeones mundiales de la sobrepoblación, quieren que nazcan más niños. Con el mismo deseo están los occidentales desarrollados. Y, paradójicamente, se quejan de los daños ambientales provocados por los humanos.

La explicación más sencilla la encontramos en este artículo: “Uno podría pensar que es maravilloso para el medioambiente: una población más pequeña significaría una reducción en las emisiones de carbono, así como menos deforestación para crear lugar para la agricultura y ganadería. Eso sería cierto, excepto por la pirámide de edad invertida (más personas mayores que jóvenes) y todas las consecuencias negativas de una pirámide de edad invertida… ¿Quién paga impuestos en un mundo de personas mayores? ¿Quién paga por la atención médica de los ancianos? ¿Quién cuida de ellos? ¿Podrá la gente jubilarse?”

(Fuente: ‘El dramático descenso de los nacimientos en el mundo (y cuáles serán sus profundas consecuencias’. Artículo sustentado en una investigación del Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, que publicó un estudio en la revista The Lancet.). BBC.

Una visión real, actual, presenta Japón. “Lleva décadas con sus índices de natalidad en caída libre… Eso ha derivado en que haya alcanzado el récord histórico en el número de personas con 65 años o más, con más de 36,25 millones en 2024. Esto representa el 29,3% del total de la población”.

Esta situación hace que regrese sus ojos a los ancianos mermados en fuerza física y quizás desactualizados en conocimientos. “Japón se está asomando a una de sus peores crisis demográficas ante la falta de relevo generacional de sus trabajadores, lo que está provocando una acuciante situación de escasez de personal. Eso, unido a la difícil situación económica global, ha obligado a que las empresas vuelvan a echar mano de los trabajadores que ya estaban jubilados para cubrir puestos complementarios y reforzar sus paupérrimas pensiones”. Y lo curioso es que los adultos mayores encontraron un gran nicho ocupacional en el cuidado de ancianos.

(Fuente: La falta de relevo generacional está obligando a Japón a tomar medidas desesperadas: que los jubilados vuelvan a trabajar”. Xataka.com. diciembre 30, 2024.)

Segundo problema. En Ecuador, además del exceso poblacional y escasez de puestos de trabajo, los económicamente activos se encuentran con el gran problema de politización del empleo. Estado y empresa privada actúan de forma diferente. El Estado no exige mucho en cuanto a educación (basta ver a los asambleístas). Los ‘concursos de méritos’ de las décadas pasadas dejaron de existir y la burocracia se llenó de mediocres, con contadísimas excepciones. Los elegibles/elegidos son, ‘de cajón’, los afiliados al partido de gobierno o los que tienen contactos con ellos y juran lealtad.

La empresa privada es más estricta, toma en cuenta la formación académica, experiencia profesional y creatividad que deben funcionar a la velocidad con la que se desarrollan los inventos digitales y otros vinculados a su actividad.

RETORNO DE MIGRANTES

En general, buscar trabajo ahora es como entrar en un laberinto donde, si no encuentra la salida, tiene que buscar ayuda. Para salir del ‘laberinto’ de la búsqueda de un trabajo, la ayuda es conseguir dinero para convertirse en un emprendedor con alto riesgo de fracaso porque –como muchos principiantes soñadores- tiene ideas, pero no una sólida y amplia cadena de apoyo –estatal o privada- para la producción, marketing y ventas dentro y fuera del país. Por causa de la falta de orientación, de entrenamiento en negocios, los fracasos de los emprendedores son altos, contó un experto y coincide con esta estadística: “En Ecuador, el 80% de los emprendimientos fracasan en los primeros dos años”. (Guillermo Celi: “Ecuador es el país que más emprende en la región, pero lamentablemente es el que más fracasa”. GK.)

Como alternativa aparecen los negocios callejeros que, a veces, incluyen negocios ilegales y llevan a vicios ‘duros’. Si todo falla, ahí está el coyotero esperándolo para otra emigración por ‘solo’ 15.000 dólares, según contó un taxista. Pero desde el 20 de enero, Estados Unidos podría realizar una expulsión masiva de migrantes de todo el mundo. “Entre 2017 y el 2024, 456.182 ecuatorianos han migrado principalmente a EE.UU”. (¿Trump y los 500.000 ecuatorianos que quieren migrar a EE.UU’. Planv). Entonces surge la pregunta: ¿qué alternativas ocupacionales les va a dar Ecuador?

Y tenemos, también, una casi imperceptible ‘invasión’ china que se nota por la instalación de nuevos restaurantes en Quito, por ejemplo. A la arrendataria de un local le contaron que instalan estos negocios con créditos que les da su gobierno. Miren a qué distancia, el Estado les apoya.

MNeiraperiodismo.blogspot.com  31/12/2024


miércoles, 25 de diciembre de 2024

Se fue Pedro Restrepo. Con su familia marcó una etapa en DD.HH.

Luz Helena Arismendy y Pedro Restrepo. Foto tomada de un artículo de la revista Vistazo.

Los Restrepo marcaron una etapa en la historia de los derechos humanos en Ecuador donde apenas empezaba a conocerse que existieran. Fue el inicio de la búsqueda de los desaparecidos.

LA HISTORIA. Es una historia triste desde el inicio hasta el final. Comienza el 27 de septiembre de 1969, cuando Pedro Restrepo y Luz Helena Arismendy unieron sus vidas. Los dos procedían de familias antioqueñas tradicionales. En la de él predominaban los políticos y en la de ella, los curas, las monjas, los comerciantes.

Pedro, ingeniero mecánico, trabajaba en Tejicóndor de Antioquia, Colombia, cuando su hermano Rodolfo le comentó que tenía una oferta para el cargo de jefe de Servicios Industriales de la fábrica textil La Internacional, de Quito, Ecuador. Porque su esposa rechazó la idea de vivir en esta ciudad, le preguntó a su hermano si le interesaría ese trabajo para recomendarle. Pedro llegó a Quito en octubre de 1969. Vio que la perspectiva profesional era buena y le telefoneó a su esposa Luz Helena para preguntarle si le gustaría vivir en Quito.

-Yo estaré contigo donde tu estés –respondió, así fue como la pareja colombiana se instaló en esta ciudad.

El jueves 7 de enero 1988, Pedro Restrepo y su esposa Luz Helena Arismendy se preparaban para salir a la playa. Iban a encontrarse con unos familiares que habían llegado de Cali, Colombia.

En la noche, sus hijos Santiago y Andrés salieron a una fiesta de despedida a su amigo ‘Pollo’ Francisco Pazmiño que viajaría al siguiente día a los Estados Unidos. Retornaron a casa a las 24h00.

El viernes 8 de enero de 1988, todos se levantaron temprano. Pedro Restrepo se despidió de Santiago.

-¡Tome! Aquí están las llaves y la matrícula del carro.

El matrimonio Restrepo Arismendy se embarcó en otro vehículo y se fue. “Los niños eran muy responsables, no daban qué decir, por eso los dejamos solos, con la empleada Dora Lara”.

Santiago, asumiendo su función de jefe encargado del hogar, subió al jeep Trooper, color habano, placas PHD355 y llevó a su hermana María Fernanda al Colegio. Retornó a casa y con Andrés se alistaron para salir de nuevo.

Santiago, de 17 años, en su muñeca llevaba un reloj Swatch. Para gasolina y cambio de aceite, guardó 3.500 sucres (14 dólares) en su bolsillo. Recogió su mochila impermeable azul oscura que contenía sus libros y cuadernos y su mandil blanco. Su intención era ir del aeropuerto a la Facultad de Medicina de la Universidad Central. Estaba en primer año y sus clases empezaban a las 11h00.

Andrés de 14 año, estudiante de tercer curso, tuvo libre ese día porque sus profesores del Colegio Ecuatoriano Suizo asistían a una reunión académica. Para acompañarle a su hermano se vistió y en su bolsillo guardó su billetera negra con 40 dólares que le regaló su padre para que se comprara un reloj Swatch, igual al de su hermano.

Así salieron de su casa en el residencial y periférico barrio Miravalle, a 5 minutos al oriente de Quito. Su intención era llegar al barrio Batán Bajo, a la casa del ‘Pollo’ Pazmiño, a quien ofrecieron acompañarle al aeropuerto.

Santiago conducía el vehículo. A los cinco minutos, en el punto conocido como Partidero a Tumbaco, entrada a Quito, observó un patrullero y policías. Había en ese lugar entre 8 y 10 agentes uniformados revisando credenciales de manejo de los conductores. Lo confirmó una vecina de los Restrepo que a esa hora regresaba de Quito de dejar a su hija en el colegio. Esto pudo ser parte del operativo de búsqueda del narcotraficante colombiano Jorge Luis Ochoa.

Santiago Restrepo no tenía licencia de conducir. Al parecer, vio a los policías, se asustó, aceleró y huyó hacia El Batán Alto. Lo supo la familia por un testigo anónimo que llamó por teléfono a contar la persecución de un vehículo con vidrios ahumados a un Tooper que llevaba a dos jóvenes.

-El jeep casi me atropella –se quejó.

Los jóvenes no llegaron a dormir, la empleada buscó a los vecinos muy amigos de la familia que iniciaron la búsqueda incluso en el SIC (Servicio de Investigación Criminal). Horas después llegaron Pedro y Luz Helena que fueron recibidos con la noticia de que sus hijos Santiago y Andrés habían desaparecido con el Trooper.

Ese viernes 8 de enero de 1988 (gobierno de León Febres Cordero) comenzó el martirio de los Retrepo Arismendy desfilando por instituciones y hablando con autoridades que los mantenían engañados. Por presión de la prensa, el Trooper se encontró en una quebrada, sin el motor, y un general de policía expuso la teoría de un supuesto accidente de tránsito y que los cuerpos no aparecían porque posiblemente fueron “devorados por la fauna marina”.

Esta ‘tomadura de pelo’ irritó más a los padres y a la gente que seguía de cerca el caso. Por presión pública, el gobierno de Rodrigo Borja accedió a que actuara una comisión internacional que dio con un testigo clave, un policía que participó en cargar dos bultos para ir a lanzarlos en la laguna de Yambo, a unas dos horas de Quito. Marinos buscaron y no encontraron los bultos que se supuso eran los cuerpos de los hermanos Restrepo.

La conclusión fue que hubo un ‘crimen de Estado’ encubierto por altos personajes del gobierno de Febres Cordero, incluidos un comandante de la policía. Él y algunos subalternos fueron juzgados.

A partir de entonces, la lucha de los Restrepo que seguían con su plantón de los miércoles frente al Palacio de Gobierno, fue para insistir en una búsqueda exhaustiva, con alta tecnología, en la laguna de Yambo y que todos los responsables, incluyendo un ministro de gobierno involucrado, fueran a la cárcel.

SE FUE LA MADRE. Esa lucha fue interrumpida por el fallecimiento de Luz Helena Arismendy, la madre, en un accidente de tránsito, vía a la Costa, el 3 de julio de 1994. Este 24 de diciembre 2024 se fue Pedro Restrepo, el padre, justo faltando cinco meses para los 30 años del fallecimiento de su esposa y faltando 15 días para que se cumplieran los 36 años de la desaparición de sus hijos.

EL PADRE SE FUE A LOS 81 AÑOS. Pedro Restrepo, nació el 5 de mayo de 1943, en Andes, Antioquia, Colombia. Fue pariente lejano de Carlos E. Restrepo, presidente de Colombia (1910-1914).

Tras la desaparición de sus hijos Santiago y Andrés, el 8 de enero 1988, asumió su función de jefe de familia al pie de la letra.

Los dos primeros meses canceló toda actividad laboral y se dedicó a la búsqueda de algún rastro de sus hijos. Después lo hizo atendiendo esporádicamente sus compromisos laborables. Desde noviembre 1988 dedicó todo su tiempo a la denuncia y a la búsqueda.

Golpeó la puerta de las casas de todos sus amigos, visitó todas las instituciones, habló con todas las autoridades, recorrió al volante de su carro miles y miles de kilómetros. Se prestó de conejillo de indias a todos los brujos.

Hombre paciente, cordial, con un elevado nivel cultural por la lectura que ha sido su relax permanente, interiormente se resquebrajaba, a tal punto que se le reventó cuatro veces la úlcera, pero le pedía calma a su esposa derrumbada física y síquicamente.

Cuando iniciaron la denuncia pública, Pedro fue la voz serena, pero firme. Nunca faltó a los plantones en la Plaza Grande de Quito, frente al Palacio de Gobierno, exigiendo encuentren a sus hijos, vivos o muertos, tampoco faltó a los ayunos, a las protestas. Era habitual ver esa figura alta, fuerte, con su sombrero de paja y la foto de sus hijos en el pecho, saludando con los transeúntes, aconsejándoles a quienes le pedían orientación para reclamar desatención, injusticias.

Cuando murió Luz Helena se sintió al borde precipicio. Todos pensaron que caería, pero Martha Cecilia Arismendy, que se convertiría en su segunda esposa, y María Fernanda, ‘la niña’, única hija que le quedaba, le rescataron de las garras del alcoholismo que sus enemigos –los policías básicamente- usaron como arma para poner en duda su reclamo, el reclamo de los cuerpos de sus hijos.

Resumen del libro: Caso Restrepo, Crimen de Estado, de Mariana Neira. 25/12/2024