@MarianaNeiraL
El coronavirus nunca
desaparecerá, el tremendo frío durará en la tierra hasta el 2026, aumentará la
pobreza en el mundo -en Ecuador será fortísima hasta el 2023- y las calles ‘se
calentarán’ tanto que volverán incierto el futuro político del país y de
América Latina.
Esas son las
predicciones de los agoreros que vuelan sobre nuestras cabezas como aves de mal
agüero, alterando los nervios.
CORONAVIRUS
La mismísima OMS
(Organización Mundial de la Salud) dijo el 13 de mayo 2020 a través de Michael Ryan, director de emergencias de la
OMS: “Quizá el coronavirus se convierta en otro virus endémico en nuestras
comunidades y tal vez nunca desparezca”. Esta hipótesis fue ratificada el 23
septiembre 2020 por el médico británico Jeremy Farrar, director de la
Wellcome Trust, una organización benéfica que dedica sus ganancias a financiar
la investigación científica: “Esto ya es una infección humana endémica.
Seguirá en la población en los próximos años y quizá para siempre. Tenemos
que aprender, mediante tratamientos y vacunas, a controlarla, reducir su
impacto y vivir con ella, como hacemos con la gripe, con otros coronavirus o
con el VIH. No se va a ir”.
Y Bill Gates fue
más fatalista. El 25 de agosto 2020 presagió la propagación de una nueva
pandemia porque el coronavirus podría traer complicaciones frente a la lucha
que hay contra la malaria. A su criterio, el animal más mortífero, sin duda, es
el mosquito, pues todas las noches “infecta a millones de personas con malaria”.
¿PEQUEÑA EDAD DEL HIELO?
Dentro de estas
terribles predicciones que hielan el cuerpo, está el frío terrenal.
Según una nota
de Infobae, del 20 de mayo 2020, “Nuestra estrella (el sol) está pasando por
una fase menos activa, llamada mínimo solar, que se establece cada 11 años”.
Según publica la
NASA, actualmente estamos atravesando un “Gran Mínimo Solar”. Y la última
vez que nuestra estrella tuvo un mínimo tan marcado como el actual, fue entre
1650 y 1715, durante lo que se conoce como la Pequeña Edad de Hielo en el
Hemisferio Norte de la Tierra, “cuando la combinación de enfriamiento de
aerosoles volcánicos y baja actividad solar produjo temperaturas superficiales
más bajas”, según publica Global Climate Change de la NASA.
En forma
anticipada, los científicos han sabido que este mínimo solar se acerca porque
es un aspecto regular del ciclo del sol. Las manchas solares
alcanzaron su máximo esplendor en 2014, y fueron decreciendo hasta hoy. La
lenta recuperación hacia un nuevo máximo solar tendrá lugar entre los años
2023-2026.
POBREZA Y HAMBRE
El coronavirus y
el frío tendrán sus consecuencias. El 13 de octubre 2020, la BBC publicaba un
análisis según el cual, “América Latina será la región más golpeada por la
pandemia de coronavirus”. Tendrá desempleo, pobreza, hambre que ya se siente.
Recogiendo
opiniones de varios analistas, ese medio de comunicación advierte: “Hay países
que se van recuperar muy rápidamente, como Chile o Uruguay, y otros que
tienen muchos problemas y no lograrán superarlos hasta probablemente 2023 ó
2024”. En el último grupo está Ecuador.
Con un déficit
fiscal que se ha disparado hasta el 8,9% este año, Ecuador se enfrenta al más
difícil reto de aumentar sus ingresos fiscales sin ahogar aún más a su ya
golpeada economía. “Podríamos ver un retorno a la austeridad cuando la economía
aún está sufriendo”.
El clima de
tensión política se mantiene en el país y podría afectar al crecimiento. Por
esas circunstancias, Ecuador está entre los candidatos a no recuperar su PIB de
2019 al menos hasta 2023.
‘CALLES CALIENTES’
Certero. El país
vive un estado de tensión política que registró hechos violentos en octubre
2019. Tras el receso por la pandemia parece resucitar. Los trabajadores
privados y públicos están protestando en las calles contra los acuerdos con el
FMI, por los despidos, porque el Estado no paga sueldos, ni servicios, y tiene
en vilo a una seguridad social desfinanciada.
Varios de estos
manifestantes también están en las calles con objetivos políticos locales e
internacionales, dicen los politólogos. En Ecuador buscarían presionar el
registro de candidaturas cuestionadas para las elecciones del 2021 y/o cumplir
con la consigna de mantener las ‘calles calientes’ como estrategia “para
transformar a Latinoamérica en una corriente socialista y comunista como lo
planificó el Foro de Sao Paulo”. Este Foro reúne a personajes, movimientos
políticos y grupos sociales de izquierda de América Latina.
En el Foro están
inscritos unos tres movimientos ecuatorianos que, por coincidencia, son los más activos en las
protestas. Así es que, quienes se frotaron las manos por el “fracaso” de la
última manifestación de los trabajadores, el 26 de octubre 2020, de acuerdo a
los agoreros de desgracias, tendrán que resignarse a muchas protestas más y a
cuidar Quito.