Por Mariana Neira
Estábamos acostumbrados a que en las celebraciones militares
sus bandas interpretaran marchas marciales, pero como la ‘revolución’ ordenó
que las bandas ya no fueran de guerra, sino de paz (amor y buen vivir), ahora
tocan música popular. Lo sorprendente fue que durante la conmemoración de los
20 años de la mayor gesta heroica del siglo, el triunfo militar en el Cenepa,
la banda interpretara en el principal escenario castrense, frente a la tribuna
en la que estaba el presidente de la república, la música de la pantera rosa con los uniformados meneándose
a su ritmo.
¿Qué es esto?, nos preguntábamos y más preguntas surgieron cuando
ningún oficial intervino con un discurso para recordar el hecho histórico. Solo
habló el presidente, muy enojado, por cierto, porque los militares no le creen
que no va a desaparecer el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas
Armadas, ISSFFAA. (Descubrimos que no solo los civiles no le creen).
Los militares tienen un comportamiento específico. Si bien
están claramente divididos en tres fuerzas (ejército, marina, fuerza aérea), procuran
que sus problemas se resuelvan dentro de los cuarteles. Si deben hacer reclamos
públicos a los gobernantes, usan un lenguaje especial, con mensajes indirectos,
a veces metafóricos, cumplen un protocolo estricto (dicen cuando un comandante
debe presidir un acto, cuando debe hablar, etc.) y usan símbolos de rechazo o
simpatía a un presidente (por ejemplo, les quitan la guardia presidencial
cuando quieren que se vayan a su casa). No sé qué simbolizó el sensual baile de
la pantera rosa que arrancó risitas
nerviosas en la tribuna, pero que los militares están molestos, están molestos.
La ‘revolución’ ya ‘se ha comido’ (en lenguaje popular) a
todos los poderes del Estado, a todas las instituciones importantes de la
sociedad, son pocas las que aún se resisten a ser dominadas. Aparentemente, los
militares no integraban este último grupo porque estaban encantados comprando
avioncitos, helicópteros que se caen, con aumentos de sueldos; estaban
pacíficamente dejándose mutilar (con la limitación del servicio militar,
bajaron sus efectivos; sus centros educativos pasaron al Estado, etc.) Pero últimamente
también a los militares les cayeron encima algunas enmiendas constitucionales propuesta
por el gobierno que, parece, les hizo reaccionar. La más seria de éstas propone
la conversión de militares en bomberos, policías, aduaneros. (Más reducción de
personal y un alto riesgo de corrupción).
Prácticamente hay un proceso de desmantelamiento de la institución
tradicional, no precisamente para eliminar a la milicia, sino para compensarla
con elementos sumisos al partido de gobierno como en Cuba, China, Corea,
Venezuela y más revolucionarios. Otra enmienda dice que garantiza la seguridad
social de los militares (obvio, es un derecho que no pueden eliminar) pero no
explica quien administrará el seguro militar si el ISSFFAA o el IESS. Detalles
en:
Y hay un asunto muy serio en trámite, el enjuiciamiento a
los militares involucrados en el 30S. Según una nota de prensa, la Comisión de
Investigación del 30 S anunció que comenzará a investigar a quienes
participaron en estos hechos... La investigación por este caso comenzó el 26 de
marzo del 2013, para indagar la toma de la Base Aérea. El hecho ocurrió porque,
presuntamente, los uniformados protestaban por la expedición de la nueva ley de
servicio público. Y el 7 de junio 2014 se informaba que comenzó la audiencia de
dictamen en contra de 225 miembros de la Base Aérea que estuvieron durante las
protestas del 30 de septiembre del 2010. Detalles en:
http://www.elcomercio.com/actualidad/audiencia-base-aerea-30-septiembre-militares-juicio-correa.html
Pero los más molestos por estas acciones parecen los
militares en servicio pasivo y los activos del Ejército. Se notó el día de la
inauguración de la exposición recordatoria de los hechos en el Cenepa. Todos
suponíamos que el presidente estaría allí, pero apareció en Guayaquil, en un
acto de la Marina que le pedía armas y más armas. (Es típico de los presidentes
con problemas, se arriman a la Marina). ¿Les dolió a los del Ejército esta
ausencia? ¿Y qué habrán sentido cuando a uno de sus ex generales, el general
González que escribió un libro diciendo que el presidente nunca estuvo
secuestrado por los policías, el presidente le dijo retrógrado? Fueron los
últimos eslabones en la cadena de hechos que le pusieron el ritmo a la pantera rosa. ¿Qué tocarán después?
Publicado en la revista digital PlanV 9 febrero 2015