Por Mariana Neira
La
sentencia a cadena perpetua, más 30 años de prisión y la orden de incautarle 12.666
millones de dólares, impuesta por la justicia de Estados Unidos al mexicano
Joaquín Guzmán Loera (a) El Chapo, el 17 de julio 2019, es la quinta ‘cadena’
aplicada a un narcotraficante latinoamericano.
Las
cuatro anteriores fueron al colombiano Carlos Enrique Lehder Rivas, cadena
perpetua y 135 años, en 1986 (pena rebajada a 55 años). Y a los mexicanos: Juan
García Ábrego, sentenciado a 11 cadenas perpetuas (1996). Alfredo Beltrán
Leyva, ‘El Mochomo’ (2014), y Dámaso López, ‘El Licenciado’ (2017), cadena
perpetua a cada uno. (Se nota que las de García y Lehder fueron las ‘cadenas’
más duras). Todos están pagando aun sus penas.
El
propósito de Estados Unidos sería advertir a los narcotraficantes que por
meterse en ese negocio, nadie, ni sus jefes, se salvan de ser castigados con
encierros de por vida en sus cárceles donde hay limitaciones que a cualquier
humano le afectaría física y mentalmente. No tienen acceso a teléfono, internet
ni al diálogo con otros reclusos, les dan un tiempo limitado para tomar el sol
y hacer ejercicios, y escogen a las personas que pueden visitarles.
La
pregunta es: ¿tiene este castigo el efecto buscado de que la gente tema meterse
en el narcotráfico? La respuesta es no. El lugar de los ‘encadenados’ es
ocupado de inmediato por otros narcotraficantes, tan codiciosos y violentos
como sus antecesores. Y algunos de los narcos que cumplieron sentencias menores
en las cárceles de Estados Unidos, regresan a sus países a continuar con el ‘narconegocio’.
LAS ‘CADENAS’ COMENZARON CON LOS
COLOMBIANOS
Carlos
Enrique Lehder Rivas, ‘Rambo colombiano’, “mesiánico, loco y arrogante. Así
definen a uno de los mafiosos más pintorescos que ha tenido Colombia:
Carlos Enrique Lehder Rivas. El fan de John Lennon y Adolf
Hitler comenzó su vida criminal robando carros en Nueva York, y terminó creando
el sistema de transporte de tráfico de droga (innovó el tráfico de cocaína con
vuelos en avionetas) que lo catapultó en el negocio junto a su socio Pablo
Escobar (con quien formó el Cartel de Medellín), quien por un lío de faldas lo
entregó a Estados Unidos, convertido así en el primer capo colombiano en ser
extraditado” (Fuente: ‘La historia del
capo narco fan de John Lennon y Adolf Hilter que fue traicionado por su socio,
Pablo Escobar’. Infobae).
Capturado
en una finca el 4 de febrero de 1986, tras una feroz cacería, en Estados Unidos
fue condenado inicialmente a cadena perpetua más 135 años en una prisión
federal, pero por su colaboración en el caso del dictador panameño Antonio
Noriega y su relación con Pablo Escobar, su sentencia fue rebajada a 55 años de
prisión. El 23 de diciembre de 2018 se conoció por la prensa que “a sus 70 años
sigue tras las rejas en Estados Unidos. En una carta enviada en 2015 al
entonces presidente colombiano Juan Manuel Santos pidió clemencia para
morir en su país. Sus súplicas no fueron escuchadas”.
PREFIRIERON UNA TUMBA A UNA CÁRCEL
‘GRINGA’
Después
de Lehder, Estados Unidos continuó con la cacería del líder narco colombiano, Pablo
Escobar quien, seguramente asustado por la sentencia que le impusieron a
Lehder, formó junto a otros capos de la droga de su país la organización ‘Los
Extraditables’ (el 6 de noviembre de 1986 las autoridades colombianas señalaron
como ‘jefe de combate’ a Escobar).
En
un principio este grupo se dedicó a realizar una campaña en contra de la
extradición de narcos colombianos a Estados Unidos, pero al ver que el proceso,
apoyado por la opinión pública, avanzaba, Escobar se violentó. Comenzó a matar
a quienes alentaban la extradición: periodistas, personajes de la política,
elementos de la fuerza pública, jueces, fiscales y cualquier ciudadano. Volaba
aviones, edificios. Así empezó la ‘guerra’ de los narcos en contra del Estado y
de la sociedad civil, con muertos importantes de lado y lado.
Durante
esos enfrentamientos cayeron socios de Escobar.
Gonzalo
Rodríguez Gacha, abatido desde un helicóptero en su finca de Tolú el 15 de
diciembre de 1989.
Gustavo
Gaviria Rivero, primo de Escobar y segundo en el mando del Cartel de Medellín
del cual fue su jefe financiero, abatido el 12 de agosto de 1990 en su casa en
Medellín.
Escobar
se escabullía y en ese tránsito pronunció su famosa frase: “Prefiero estar en
una tumba en Colombia que en una celda de la cárcel en los Estados Unidos“. Su
deseo se cumplió. El 2 de diciembre de 1993 fue abatido a tiros en el tejado de
una casa en Medellín.
Algunas
versiones dicen que la fortuna del narcotraficante Pablo Escobar fue
estimada entre los US$9.000 millones y US$15.000 millones. O sea, más que ‘El
Chapo’. El colombiano tenía dinero invertido en propiedades, obras de arte,
diamantes y oro. Y enterrado. Tras la muerte del líder del Cartel de Medellín
surgieron varios reportes sobre hallazgo de dinero del narcotráfico en
contenedores enterrados. Por ejemplo, un campesino colombiano dijo haber encontrado
US$600 millones. Y se cree que Escobar gastó 500 millones de dólares en su
‘guerra’ contra la extradición.
LAS ‘CADENAS’ SIGUIERON CON LOS MEXICANOS
El
proceso de extradición de narcotraficantes a Estados Unidos continuó en México
de donde se llevaron a un mexicano estadounidense, Juan García Ábrego, a quien
le impusieron la sentencia más dura que se ha visto: 11 cadenas perpetuas.
Él
es sobrino de ‘El Barón de las Drogas’, uno de los fundadores del
poderoso Cartel del Golfo, cuando el tráfico de drogas era todavía novedad
en el México de los años sesenta.
Juan
García Ábrego nació el 13 de septiembre de 1944 en el rancho La Puerta, de
Matamoros, en Tamaulipas. Hijo de agricultores, apenas terminó la secundaria
para dedicarse al campo, como su familia, y luego trabajó para su tío
Nepomuceno.
En
1965 obtuvo la nacionalidad estadounidense que le dio facilidades para el cruce
de la frontera con su negocio narco. Su éxito lo colocó en la mira de Estados
Unidos que, en 1995, le incluyó en la lista de los 10 más buscados por el
FBI.
El
14 de enero de 1996 fue detenido en su rancho de Villa Juárez, Nuevo León, sin
que las autoridades detonaran un solo disparo. Al día siguiente fue extraditado
a Estados Unidos, donde había más de 100 cargos en su contra. No quiso
colaborar con las autoridades estadounidenses como informante y su sentencia
fue de 11 cadenas perpetuas por delitos contra la salud.
Alfredo
Beltrán Leyva, ‘El Mochomo’, era el líder de los Beltrán Leyva y uno de los
principales enemigos de ‘El Chapo’ Guzmán, luego de que rompieran la alianza
que tuvieron hasta el 2008.
El
21 de enero de 2008 fue capturado, el 2014 extraditado a Estados Unidos y el 15
de abril de ese año sentenciado a cadena perpetua por la Corte Federal del
Distrito de Columbia, por los delitos de tráfico de drogas a EE.UU. que le
generaron ganancias por unos USD 529 millones.
Dámaso
López, ‘El Licenciado’, es uno de los pocos narcotraficantes que tuvo una
infancia privilegiada, a diferencia de la mayoría de capos que creció en
ambientes de pobreza.
Terminó
la licenciatura en Derecho y a los 25 años tuvo su primer trabajo como policía
judicial. Incluso dirigió un programa de detección de prófugos y se convirtió
en subdirector del penal federal de Puente Grande, en Jalisco. Allí estuvo preso
por primera vez un joven narcotraficante detenido en Guatemala en 1993, llamado Joaquín
‘El Chapo’ Guzmán.
Precisamente
de allí se fugó ‘El Chapo’, el 19 de enero de 2001. Esa acción selló su amistad
con ‘El Licenciado’ quien se convirtió en su hombre de confianza, operador y
negociador en el comercio de drogas, jefe de su propio ejército de sicarios y
su compadre.
Durante
15 años de servicio a ‘El Chapo’, ‘El Licenciado’ construyó su estructura
criminal que incluía la compra de autoridades mediante grandes sobornos y una
amplia red de narcotráfico en México, Estados Unidos, Centro y Suramérica.
Su
detención ocurrió el 2 de mayo de 2017, en la colonia Anzures de la Ciudad de
México. Paradójicamente, estaba sin escoltas. El mismo año fue sentenciado a cadena
perpetua por su participación en el trasiego de cocaína hacia Estados Unidos. Y,
también paradójicamente, fue uno de los
testigos en contra de ‘El Chapo’ durante el último juicio. (Fuente: ‘Los históricos capos mexicanos que están
presos en EEUU’. Infobae).
EXTRADITADOS SOLO CON PRISIÓN
A
parte de estos cinco hombres que tienen cadena perpetua, hay decenas de
narcotraficantes que han sido castigados, pero solo con prisión, en algunos
casos, pocos años por delitos similares a quienes recibieron cadena perpetua.
Esta ‘injusticia’ de la justicia norteamericana podría ser ‘por declararse
culpables’ y por la famosa ‘colaboración eficaz’. Pero también estos ‘ex’
narcotraficantes ya tienen sus sucesores. (El prefijo ‘ex’ es dudoso, porque
algunos vuelven a ese negocio).
Veamos
los nombres de los narcos colombianos y mexicanos más famosos presos en Estados
Unidos:
COLOMBIANOS
Fabio
Ochoa Vásquez, el menor del clan Ochoa que dirigía el Cartel de Cali y era otro
líder de ‘Los Extraditables’, fue capturado el 13 de octubre 1999. Extraditado
a Estados Unidos el 8 de septiembre 2001, le condenaron a 30 años en una
prisión federal donde continúa.
Andrés
López, alias ‘Florecita’, autor de la novela ‘El Cartel de los Sapos’ que se
convirtió en telenovela, se entregó a las autoridades gringas en 2001, en medio
de pugnas internas en el Cartel del Norte del Valle. Fue condenado a 11 años de
prisión, pero sólo pagó 20 meses y a principios de marzo de 2006 quedó libre y vive
en Miami junto a su familia.
Víctor
Patiño Fómeque, alias ‘El Químico’, Su alias se lo ganó por estar al frente de
los laboratorios donde se procesaba la coca que el cartel de Cali y del Norte
del Valle, comercializaban.
El
24 de junio de 1995 se entregó a las autoridades colombianas y pagó una pena de
6 años de cárcel. Sin embargo, cuando llevaba menos de un año de libertad fue
capturado por la DEA y la Policía en un prestigioso hotel de Bogotá porque
nunca abandonó el negocio. En 2002 fue extraditado y para conseguir rebajas en
su condena delató a sus antiguos socios y aliados. Su sentencia fue de apenas 8
años y quedó en libertad en junio de 2010. Regresó a Colombia en 2011.
Gabriel
Puerta Parra, alias ‘El Doctor’, se le acusó de haber traficado cientos de
toneladas de coca, pero sólo aceptó haber servido para que el extinto jefe
paramilitar, Carlos Castaño, recibiera dinero por un embarque. Fue capturado en
La Vega el 7 de octubre de 2004. A Norteamérica llegó en mayo de 2006 y fue
condenado a 11 años de cárcel por narcotráfico, pero apenas pagó tres años
porque le sumaron los 20 meses que estuvo preso en la cárcel de máxima
seguridad de Valledupar y regresó a Colombia.
Gilberto
y Miguel Rodríguez Orejuela, jefes del Cartel de Cali, fueron extraditados a Estados
Unidos en diciembre del 2004. Los dos enfrentaban una pena de cadena perpetua,
pero por declararse culpables fueron condenados en 2006, a 30 años de cárcel y
a entregar una suma de 2.100 millones de dólares.
Fernando
y Arcángel Henao Montoya, son hermanos del extinto jefe de jefes del cartel del
Norte del Valle, Orlando Henao, más conocido como ‘El hombre del overol’. En
Estados Unidos recibieron una condena a 20 años luego de que se les demostrara
que siguieron manejando los narco negocios de su hermano Orlando. Fernando sólo
pagó 10 años de condena y Arcángel, preso desde el 2004, salió en septiembre de
2012.
Carlos
José Robayo, alias ‘Guacamayo’, era el segundo en la empresa criminal de alias
‘Don Diego’. En 2005 fue capturado y su extradición no se hizo esperar. La
condena fue por nueve años, sin embargo, en 2012 ya estaba de regreso a
Colombia. ‘Guacamayo’ volvió a delinquir. Forjó alianzas con la banda criminal
Los Urabeños que estaban en plena expansión en el Valle. El 16 de junio de 2013
fue nuevamente capturado.
Juan
Carlos ‘El Tuso’ Sierra, es un narcotraficante que se coló como desmovilizado
del Bloque Héroes de Granada de las autodefensas. Fue extraditado a Estados
Unidos el 13 de mayo de 2008 junto con 14 excomandantes de las autodefensas y
luego de un breve proceso judicial fue condenado a 10 años de prisión, de los
cuales pagó sólo cinco. Desde el 14 de marzo de 2013 estaba en libertad y el
gobierno colombiano pidió su deportación para que respondiera a las víctimas de
sus delitos. Sin embargo, Sierra le alegó a Estados Unidos que en Colombia él y
su familia corrían peligro por la información que había entregado. Así logró el
permiso para trabajar y permanecer en ese país.
Diego
León Montoya, ‘Don Diego’, empezó al lado de los hermanos Gilberto y Miguel
Rodríguez Orejuela, jefes del Cartel de Cali y llegó a ser jefe del que fuera
poderoso Cartel del Norte del Valle. El 21 de octubre 2009 fue condenado por la
Corte Federal de Miami (EE. UU.), a 45 años de cárcel por dos delitos de
tráfico de drogas y asesinato del testigo federal Jairo García. Además, debía
pagar una indemnización de medio millón de dólares a los familiares de esta
víctima.
Phanor
Arizabaleta, integró el Cartel de Cali. Era hombre de confianza de los
Rodríguez Orejuela Ya había purgado una pena de 8 años de prisión en Colombia,
luego de que se entregara voluntariamente en julio de 1995. Sin embargo, luego
de que saliera libre en 2003, se le acusó de participar en un concierto para
distribuir cocaína. El 16 de septiembre 2010 fue recapturado en Colombia y el
25 de mayo 2011 lo extraditaron a los Estados Unidos donde duró solo ocho meses
porque fue deportado en razón a su edad y su condición médica. Apenas llegó a su
país fue internado en una clínica.
Camilo
Torres Martínez, alias ‘Fritanga’, se hizo popular el 2 de julio 2012, no solo
por ser el segundo al mando de ‘Los Urabeños’, sino por haber sido capturado en
plena celebración de su boda en la isla Múcura, departamento de Bolívar.
Acusado de enviar 11 toneladas de droga a Estados Unidos, iba a ser condenado a
40 años de prisión, sin embargo, por aceptar cargos y colaborar con la
justicia, en mayo 2014 un juez de ese país lo sentenció a 12 años de cárcel.
Salvatore
Mancuso, exjefe paramilitar que encabezó las Autodefensas Unidas de Colombia
(AUC) junto con el extinto Carlos Castaño, fue extraditado a Estados Unidos por
el delito de narcotráfico, el 13 de mayo 2008. En junio 2015 la Corte del
Distrito de Columbia en Washington lo condenó a 15 años y 10 meses de prisión.
Jair
Sánchez, alias ‘Mueble Fino’, uno de los últimos sobrevivientes del Cartel del Norte del Valle, fue responsabilizado
de elaborar, transportar y vender miles de kilogramos de cocaína para su
distribución en Estados Unidos. Extraditado a comienzos del 2016, el 10 enero
2016 fue condenado a cuatro años y medio de prisión (Fuente: Revista Semana).
El
26 de marzo 2019 se conoció que fueron enviados de vuelta a Colombia más de 60
narcos colombianos que cumplieron sus penas en Estados Unidos, entre ellos
están algunos de los mencionados en esta nota.
MEXICANOS
Édgar
Valdez Villareal, ‘La Barbie’, mexicano estadounidense, se alió con los
narcotraficantes, Arturo Beltrán Leyva y Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera, para
traficar cocaína desde México, Colombia y otros países sudamericanos a Estados
Unidos.
Fue
detenido el 30 de agosto 2010 y el 11 de junio 2018 sentenciado por una corte
de Estados Unidos a 50 años de prisión y una multa de USD 192 millones.
Alberto
Benjamín Arellano Félix (más conocido como Benjamín) era parte del Cártel de
los Arellano Félix, de Tijuana, uno de los poderosos de México en la década de
los 90. Eran acérrimos rivales de ‘El Chapo’ Guzmán, pero perdieron espacio
cuando sus líderes fueron detenidos, asesinados o extraditados a los Estados
Unidos.
Benjamín,
considerado el cerebro operativo y financiero de la organización, fue detenido
en marzo 2002 y ocho años después (2010) fue extraditado a Estados Unidos donde
le sentenciaron a 25 años de prisión y USD 100 millones por asociación
delictiva y lavado de dinero.
Juan
José Quintero Payán, ‘Don Juanjo’, fue considerado el segundo hombre más
importante del Cártel de Juárez, después del desaparecido Amado Carrillo
Fuentes. ‘Don Juanjo’ se encargaba de los contactos y de asegurar los embarques
de cocaína hacia Estados Unidos.
Capturado
el 29 de octubre 1999, 11 años después fue extraditado y se declaró culpable
ante la Corte Federal de San Antonio, Texas, que le condenó a 18 años y seis
meses de prisión por delitos contra la salud y asociación delictuosa.
Osiel
Cárdenas Guillén, tras la captura de Juan García Abrego, se convirtió en
líder del cártel del Golfo. Fue el iniciador del reclutamiento de guardaespaldas
militares, quienes más tarde formaron el temido cártel de ‘Los Zetas’.
En
1999 amenazó de muerte a un miembro del Servicio de Aduanas de Estados Unidos y
poco después hizo lo mismo con un agente de la DEA. Las agencias
norteamericanas ofrecieron una recompensa de USD 2 millones para quien aportara
datos sobre su paradero. Fue capturado en México el 14 de marzo 2003. Su extradición
fue concedida el 2005 y la justicia de Estados Unidos le acusó en enero 2007 de
lavado de dinero, delincuencia organizada y delitos contra la salud. Actualmente
cumple una condena de 25 años de prisión y una multa de USD 50 millones.
Vicente
Zambada Niebla, ‘El Vicentillo’, es hijo de Ismael Zambada García (alias, ‘El
Mayo’), uno de los principales líderes de la organización de narcotráfico
Cartel de Sinaloa, también hermano de Miriam Patricia Zambada integrante del
Cartel de Sinaloa.
Vicente
era de la primera generación de narco Juniors, pieza importante del Cártel de
Sinaloa, su coordinador de la logística para introducir a Estados Unidos la
droga que llegaba a México vía Centroamérica. También fue su operador
financiero.
Además,
habría sido el coordinador de una reunión entre ‘El Chapo’ Guzmán y
representantes de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) para analizar la
posibilidad de transportar cocaína en sus contenedores, según reveló en el juicio a ‘El Chapo’ Guzmán contra quien
atestiguó.
Detenido
el 19 de marzo 2009 fue trasladado a la Ciudad de México donde sostuvo una
reunión de cooperación con la DEA, en el Hotel Sheraton. El 2010 fue
extraditado a Estados Unidos. El 2014 admitió haber coordinado el contrabando
de toneladas de cocaína y heroína con ‘El Chapo’ y acordó perder activos por
$1.370 millones. El juez le condenó a una multa de $4 millones y 10 años de
prisión. (Fuentes: Infobae, BBC Wikipedia)
ECUADOR TAMBIÉN TIENE SU CAPO DE ‘EXPORTACION’
El
narcotraficante ecuatoriano Washington Prado Álava, alias ‘Gerald’ o ‘El Pablo
Escobar de Ecuador’, “con tan solo 35 años de edad se convirtió en un verdadero
capo. En los últimos dos años logró transportar desde el Pacífico colombiano
hacia Centroamérica y Estados Unidos 250 toneladas de cocaína. Otras 150
le fueron decomisadas en ese periodo. Era dueño de una veintena de barcos y
varias docenas de lanchas rápidas, conocidas como go fast, que usaba para llevar la droga. Tan solo en la casa donde
vivía su mamá las autoridades le encontraron en una sofisticada caleta 12
millones de dólares en efectivo; una cifra similar fue hallada en otros
escondites. Tenía un brazo sicarial encargado de eliminar a sus rivales, así
como de asesinar y amenazar a policías, fiscales y jueces, como en las peores
épocas de Escobar”.
Fue
detenido el 12 abril 2017 en Ipiales, Colombia, a donde había ido a buscar a
una mujer policía que le sedujo. El 24 febrero
2018, Colombia lo extraditó a Estados Unidos. El 18 de diciembre 2018,
‘Gerald’ fue sentenciado en Estados Unidos a 19 años y medio de prisión, pero su
abogado informó al diario El Universo, que “se instaló un proceso de
negociación donde Washington Prado aceptó su culpabilidad al haber enviado
droga a Estados Unidos. Y al haber cumplido con algunos requerimientos hechos
por la Fiscalía y por la DEA (Departamento Antidrogas de Estados Unidos), le
hace acreedor a una pena atenuada… esperan que no sea superior a los 10 años”.
Sin embargo, hasta el momento no se conoce que hubiese logrado la rebaja.
Hay
una gran diferencia entre la pena que le dieron al colombiano Lehder, inventor
del tráfico de droga en avionetas y la de ‘Gerald’, inventor del tráfico narco en
lanchas rápidas.
Contrario
a lo que sucedía en los tiempos de ‘Los Extraditables’, las penas que ahora
imponen en Estados Unidos son blandas, con excepción de la de ‘El Chapo’. Por
eso, dicen, ahora los narcotraficantes prefieren una cárcel en Estados Unidos,
que una en su país. Y algunos se atreven a regresar al ‘narconegocio’ burlándose
del proceso de rehabilitación con cadenas perpetuas y encarcelamientos de los norteamericanos.