Por
Mariana Neira
El
‘Príncipe del ático de Bélgica’, con túnica blanca, bordada y vara mágica, vuela,
vuela y vuela. Hace escala en el Templo Mayor de los aztecas donde recoge a sus
súbditos vestidos de negro. Volando, volando bajan a la cárcel de Latacunga de
donde le sacan al exvice.
Esta escena fue una pesadilla
nocturna. La realidad es que, según informes de inteligencia del Estado
ecuatoriano, Rafael Correa con su ejército de miles de internautas estaría
intentando un golpe de Estado con ataques, noticias falsas y sensacionalistas, a
propósito de la peste del coronavirus. A la vez, estaría soñando con que Glas u
otro de su círculo ocupara el puesto de Lenin Moreno. Es lo que interpreto en
este párrafo:
“El viernes pasado, en
sus redes sociales, el exmandatario hasta propuso un mecanismo para reemplazar
a su sucesor Lenín Moreno y al vicepresidente Otto Sonnenholzner, para
enfrentar la emergencia sanitaria. “¡Cuánta falta hace Jorge Glas!”, escribió
Correa en ese mensaje.” (Detalles en la nota: ‘¿El correísmo difundió rumores sobre covid-19?’ La Hora, 2 abril
2020.
La conspiración digital
estaría haciéndose desde México convertido en nido de los altos correistas
autoexiliados por corruptos.
(Detalles
en la nota: ‘Así propaga el correísmo el
virus del miedo en redes’
Codigovidrio.com.
30 marzo 2020.)
El
‘salvador’ del terremoto
Al escuchar y leer
estos detalles se nos vino a la mente Jorge Glas Espinel, antes poderoso
ministro de Rafael Correa, después su vicepresidente y después vicepresidente
del hoy presidente, Lenin Moreno, quien fuera vicepresidente del ex
presidente. ¡Qué trabalenguas! Así es la
política en nuestro país: los cargos se heredan.
Glas está encerrado en
la cárcel de Latacunga -no sabemos hasta cuando- por el caso ‘Odebrecht’ y le
están juzgando por los casos ‘Singue’ y ‘Sobornos’, en este último, junto al
mismísimo Rafael Correa.
Además, en la fiscalía en
contra de Glas una denuncia a ser investigada (la fiscalía se mueve lento) por
mal manejo de las donaciones y dinero que llegó en 2016 para las víctimas del
terremoto en Manabí y Esmeraldas, donde miles de seres humanos quedaron sin
techo, sin alimentos, sin servicios. En pocas letras: ¡en la miseria!
Ahora que el coronavirus
nos ataca y para que no nos mate estamos escondidos bajo el manto de la cuarentena,
asustados, Correa aparece escribiendo: “¡Cuánta falta hace Jorge Glas!” ¿Para
qué? No debe ser precisamente para que vaya a levantar las decenas de cadáveres
de las calles y casas de Guayaquil, la bella Perla del Pacífico lamentablemente
muy afectada por esta peste mundial tan grande como la peste del robo y las
mentiras del gobierno de Correa que dejó un sistema de salud desarmado, la caja
del Estado vacía y un montón de deudas.
Aún recordamos cómo destituyeron
de los hospitales estatales a profesionales destacados para poner en su lugar a
médicos cubanos que, quien sabe, tenían títulos (en Bolivia y Brasil
comprobaron que un alto porcentaje no los tenían). Muchos pacientes se quejaban
de que ellos solo les daban calmantes. Era notorio que al gobierno de Correa le
interesaba únicamente servir a los Castro a quienes les pagaban por los
servicios de estos médicos tratados como esclavos por su gobierno.
Estas acciones contra
los médicos, los sobreprecios en las construcciones de hospitales y en las
compras de ambulancias, medicinas, etc., además de la falta de apoyo a la
investigación científica (los ‘cuenteros’ nos hicieron creer que Yachay sería uno
de los mayores centros de investigación científica del mundo), así como la
falta de planes para enfrentar emergencias por fenómenos naturales y pestes, están acabando con muchas vidas humanas.
Correa debe soñar con que
Glas regrese al poder, no para que solucione estos problemas, sino para que maneje
los recursos de donaciones y préstamos por llegar para enfrentar los efectos del
coronavirus como lo hizo cuando el terremoto del 16 de abril 2016 en Manabí y
Esmeraldas. Aquí un ‘playback’ o ayudamemoria para los desmemoriados.
Muchos
préstamos y donaciones ‘se perdieron’
Ese terremoto de 7,8 grados,
además de destruir físicamente a las provincias costeras de Manabí y Esmeraldas,
mato a 663 personas.
Tan pronto como se
produjo el sismo, los vehículos con donaciones internas, alimentos, medicinas, empezaron
a rodar, pero encontraron el primer obstáculo: la Secretaría de Gestión de
Riesgos, con las fuerzas de seguridad, impidieron su paso a los lugares
afectados. Toda donación debía pasar por el filtro del gobierno correista.
Después llegó la
solidaridad internacional en forma de préstamos y donaciones. Manejando las
cifras oficiales, el diario El Universo estimaba que los fondos internacionales
ofrecidos para la reconstrucción de Manabí y Esmeraldas sumarían unos $ 630
millones. (Detalles en nota: ‘A $ 630
millones llegan fondos ofrecidos para la reconstrucción de Manabí y Esmeraldas’.
El Universo. 25 de abril 2016).
Mientras “4Pelagatos
publicó en abril del 2016 un documento de Merryll Lynch (oferente de servicios
financieros) en el que se afirmaba que el gobierno ecuatoriano recaudó en total
2 400 millones de dólares y cuando el costo de la reconstrucción era en el peor
de los escenarios de 1060 millones”. (Detalles en nota: ‘Sismo-2016: el correato ocultó el monto del dinero recibido’.
Publicado en octubre 29, 2018 en Conexiones4P/Elenfoque por Martín
Pallares).
Agrega la nota: “Según
la información que los funcionarios del correato entregaron a la Contraloría
(cuando Correa aún era presidente), los fondos internacionales estarían entre
302 y 500 millones dólares, sin que se sepa con precisión por la negativa de
los funcionarios a entregar datos creíbles y consistentes”.
El 20 de octubre del
2017, cuando se había cumplido un año y medio del terremoto y Correa ya no era
presidente, “la Contraloría pidió más información y precisión sobre los fondos
recibidos, el viceministro de Finanzas en funciones informó que el monto
recibido había sido por 520’239 317. Es decir mucho más de lo que se había
informado antes por los funcionarios del gobierno de Correa”.
Agrega el examen de la
Contraloría que “la información proporcionada por los servidores del Ministerio
de Finanzas, es inconsistente debido a que, en el reporte de los préstamos
otorgados por los organismos internacionales por 302.596.015 dólares, no se
incluyó información por el total de 190’939.529 dólares provenientes de los
préstamos otorgados por la Embajada de la República Checa, Banco de Desarrollo
de la China y Banco Central del Ecuador”.
La
ayuda no llegó a los damnificados
Ya se fue Correa y
todos sus ex servidores empezaron a hablar. ‘Fondos para el terremoto no llegaron a los damnificados’, denunció
la Unidad de Investigación del diario oficialista El Telégrafo, el 8 de abril
2019.
Dice la nota: “A tres
años del terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que sacudió Ecuador y
destruyó importantes zonas de Manabí y Esmeraldas, el manejo de recursos de la
reconstrucción ha merecido 76 acciones de control de la Contraloría General, en
cuatro entes del Estado implicados en el tema.
Las entidades del
Estado auditadas desde abril de 2016 hasta diciembre de 2017 son:
Vicepresidencia de la República, Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda
(Miduvi), Ministerio de Finanzas y Ministerio de Inclusión Económica y Social
(MIES), que formaron el Comité de Reconstrucción.
Las conclusiones que
constan en el informe de uno de los últimos exámenes de Contraloría no
descartan indicios de responsabilidad penal.
Según Jorge Rodríguez,
coordinador nacional de la Comisión Anticorrupción, el 43% ($ 860 millones) de
los fondos recaudados no habrían ingresado a Manabí. Indicó que entre la Ley de
Solidaridad, donaciones internacionales y el fondo del Presupuesto General del
Estado suman más de $ 2.000 millones.
Quienes fueron
nombrados en este Comité se dedicaron a hacer negocios para ellos, contratos
con familiares. En uno de los casos había contrataciones con 29 empresas
constituidas específicamente para ese tipo de reconstrucción”.
También habría
sobreprecios. “No se realizaron los debidos procesos, lo que causó que los
fondos vayan a ciertos contratistas. El sobreprecio identificado va del
30% hasta el 800%, dijo Rodríguez”.
El 17 de abril 2019,
Julio César Trujillo (fallecido), presidente del Consejo de Participación
Ciudadana y Control Social (CPCCS) transitorio, y la vocal Miriam Félix,
también del CPCCS, presentaron una denuncia en la Fiscalía para que se
investigue la existencia de presuntas irregularidades en la reconstrucción de
Manabí, luego del terremoto del 16 de abril de 2016. (Detalles en la nota: ‘CPCCS pide investigar obras hechas por sismo’.
El Universo. 18 abril 2019).
El 6 de junio 2019, la
Fiscalía inició una investigación previa en contra del exvicepresidente Jorge
Glas, del exsecretario de la Reconstrucción Carlos Bernal, y en contra de 10
personas más, en virtud de un informe de indicios de responsabilidad penal
remitido por Contraloría.
Ahí paró la historia de
estas irregularidades y Glas se declara inocente en todo. Si es como dice,
¿quién es el vivaracho? (Más detalles en la nota: ‘Glas y Bernal metidos en negocios turbios con el terremoto’.
Publicado en junio 11, 2019 en Conexiones 4P/Elenfoque por
Martín Pallares).
Encima
tiene 3 acusaciones más
Por el caso ‘Odebrecht’,
en el que también están involucrados otros altos funcionarios, entre ellos el
ex ministro Carlos Pareja Yannuzzelli, Glas recibió una sentencia de seis años
por asociación ilícita, que la cumple en la cárcel de Latacunta.
Glas junto al mismo
Pareja y otro ex ministro, Wilson Pástor, más 12 funcionarios y empresarios,
también son investigados por la fiscalía por presunto peculado al adjudicar el
campo petrolero ‘Singue’, en la Amazonía, con aparentes irregularidades, según una
denuncia que estalló el 2017.
Glas también es
procesado por cohecho en el caso ‘Sobornos 2012-2016’ junto al ex presidente
Rafael Correa y 19 funcionarios y empresarios más, implicados en esta trama de
dar y recibir sobornos, supuestamente, para financiar las campañas electorales
de los líderes de su partido, Alianza País.
En los casos ‘Singue’ y
‘Sobornos’, a Glas se le levantó la orden de prisión preventiva, pero los
procesos judiciales continuarán, dicen los juristas. (Detalles sobre los procesos
legales en la nota: ‘Tribunal pide
investigar retraso en proceso de Jorge Glas’. Diario El Comercio.14 de
marzo 2020).
¡Qué diferencia! En
Estados Unidos, a un ciudadano que por exhibicionismo lamió en un supermercado un
alimento que estaba a la venta, le detuvieron acusándole de “terrorismo”, aquí
a los prestidigitadores que hacen desaparecer miles, millones de dólares
prestados y donados para aliviar la miseria en la que quedaron las víctimas del
terremoto, no les pasa nada. Enriquecerse con el dolor humano debería ser catalogado
y juzgado como crimen.