Por
Mariana Neira
¿Por qué Correa y Glas
no construyeron cárceles como las hay en Europa? Porque nunca pensaron
ocuparlas.
Todos los líderes del
Círculo de Corruptos del correísmo están abandonándonos. Lo malo es que se van dejándonos
apenas 53,5 millones de dólares de los 35 mil millones de dólares que
–moderadamente- se calcula robaron con sonrisitas y descaro (Nota: ‘Gobierno localiza otros $ 35 millones,
producto de la corrupción’. El Telégrafo. 25 de julio de 2019).
“Estos $ 35 millones se unirían a los $ 18,5 millones que el Gobierno Nacional recuperó este año 2019”. De todas maneras, estos 53,5 millones (sumadas las dos cifras) es ‘una lágrima’ que no alcanza para cubrir el déficit presupuestario de 3.384 millones de dólares que el gobierno calcula habrá en el 2020 (Nota: ‘Proforma presupuestaria para 2020 se ubica en $ 31.469 millones’. El Telégrafo. 31 de octubre de 2019).
“Estos $ 35 millones se unirían a los $ 18,5 millones que el Gobierno Nacional recuperó este año 2019”. De todas maneras, estos 53,5 millones (sumadas las dos cifras) es ‘una lágrima’ que no alcanza para cubrir el déficit presupuestario de 3.384 millones de dólares que el gobierno calcula habrá en el 2020 (Nota: ‘Proforma presupuestaria para 2020 se ubica en $ 31.469 millones’. El Telégrafo. 31 de octubre de 2019).
Mal comenzamos este año
porque todo ese déficit nos tocará pagar a la mayoría de ecuatorianos porque,
claro está, el gobierno no muestra muchas ganas de recuperar el dinero robado
depositado en ‘paraísos fiscales’, bancos de países europeos, Rusia (Eurasia),
China, etc.
Si la sociedad civil no
se para duro, ese dinero nunca se recuperará y los corruptos continuarán riéndose
de nosotros, fugitivos o diciendo: ‘Esta cárcel no me gusta…’
“Hay 22 funcionarios de
alto nivel vinculados al caso Odebrecht y que están detenidos, siendo juzgados
y/o están prófugos”, dice la nota del diario El Comercio: ‘Prisión preventiva para Rafael Correa por soborno’, 15 de octubre
2019. Pero el 3 de enero 2020, la jueza Daniela Camacho resolvió iniciar en contra de Correa, Glas y 20 personas más un proceso por cohecho, delito que es
imprescriptible y pueden ser juzgados aun en condición de fugitivos.
Pero el ex
vicepresidente Jorge Glas ya estaba moviendo sus fichas. Se unió a la lista de quienes
están usando a la CIDH (Comisión
Interamericana de Derechos Humanos) para que “otorgue medidas cautelares”. Tomó
esta decisión, dice la CIDH, porque “encontró una situación de grave riesgo en
relación a los derechos a la vida y a la integridad personal del señor Jorge
Glas”.
El ex vicepresidente
fue sentenciado a seis años de cárcel por la trama de corrupción en el caso
Odebrecht. La pregunta es: ¿lo dispuesto por la CIDH incidirá para que deje la
cárcel de Latacunga y vaya a otra, o le pongan un grillete electrónico y/o se
fugue?
Desde cuando le
internaron en esa cárcel ha repetido que su vida está en peligro, que está
incómodo y maltratado. ¿Por qué Rafael Correa y Jorge Glas, cuando eran
gobierno, no construyeron una cárcel de lujo como las de Europa, continente que
tanto aman? Simplemente, porque nunca pensaron ir a la cárcel.
¿Esta
es la cárcel que querían los corruptos ecuatorianos?
Doscientas cincuenta y
dos habitaciones, cada una con televisor de pantalla plana, luz natural,
mobiliario moderno, baño propio y nevera. Paredes decoradas con obras de
reconocidos artistas contemporáneos, valoradas en 1 millón de euros. Entre
cada 10 o 12 habitaciones una cocina y salita de estar.
En las áreas sociales puede
realizar actividades culturales y deportivas: disponen de una librería, reciben
clases de música, tienen un rocódromo, estudio de grabación, gimnasio, campos
de básquet, fútbol tenis, practican esquí, juegan cartas. Tienen su propia
playa e incluso son los encargados de administrar el ferry que conecta a la
isla de Bastoey, en el sur de Oslo.
Puede llevar allá a su
familia donde “nuestro equipo de seguridad compuesto por hombres y mujeres
desarmados estará encantado de atenderle en cada una de sus necesidades”.
En un cuestionario “puede decir cómo mejoraríamos la calidad de vida en el
lugar”.
Es
la mejor cárcel del mundo
No estamos hablando de
algún hotel que acaban de inaugurar. Es Handel Fengsel, “la cárcel más humana
del mundo”.
Handel Fengsel se
inauguró en la isla Bastoey de Noruega, en marzo del 2010.
En este, considerado uno
de los países más desarrollados del planeta, desde luego, no falta el crimen
pero la reincidencia criminal es del 20%, la tasa más baja del mundo. En el
Reino Unido es del 46% y en Estados Unidos el 76% de las personas que salen de
la cárcel regresan a ella en los siguientes cinco años.
Rehabilitación
¿Cómo lograron los
noruegos este índice de reincidencia?
Primero, el promedio de
las penas es de ocho meses de duración y la mayoría de las condenas no
supera el año.
Muchos no están de
acuerdo con este sistema de penalización a la gente que ha cometido delitos. Lo
consideran ‘privilegiado’ pero el Sistema Correccional Noruego tiene su
explicación. Cree que la prisión debe imponer una restricción de la libertad,
nada más, porque los presos tienen los mismos derechos que las otras personas
que viven en Noruega y la vida en la cárcel debe ser parecida, en lo posible, a
la del mundo exterior porque “más presos van a retornar a la sociedad en algún
momento. Por eso la rehabilitación es tan importante", le dijo a la BBC
Anders Giaever, analista político.
Además, los noruegos
toman en cuenta la cuestión económica; el ahorro que significa no tener tantas
personas alojadas en prisiones.
El
‘resort’ de Austria
En la lista de cárceles
modelo también consta Justice Center Leoben. Fue inaugurada en Leoben, centro
de Austria, en noviembre 2004 y está entre los ‘resort’ de lujo con capacidad
para 205 presos. Cada uno cuenta en su habitación con baño y cocina privados,
ventanas (irrompibles) de suelo a techo, escritorio y estanterías. Además, un
área comunitaria con un enorme gimnasio, mesas de ping-pong, básquet y
habitaciones conyugales.
En
Aranjuez, los presos cohabitan con su familia
Otra cárcel modelo es la
Prisión de Aranjuez, también conocida como el Centro Penitenciario Madrid
VI, situado a 40 kilómetros de la capital. Tiene capacidad para 936 internos,
pero el número real de personas que lo habitan supone casi el doble. Es popular
por tener un ‘módulo familiar’ donde los condenados pueden vivir con su
pareja y niños de hasta 3 años de edad.
Estas “celdas de 5
estrellas” tienen un ambiente familiar con cunas, personajes Disney decorando
las paredes, baños propios y hasta cama matrimonial. En el área social los
niños tienen su guardería.
La iniciativa comenzó
en el año 1998 como una forma de motivar a los padres a desarrollar lazos
familiares y ayudarles a rehabilitarse. Cumplidos los 3 años, los niños
abandonan el centro y pasan a la protección de sus tutores legales, de no
haberlos, del Estado. Los condenados por delitos sexuales, lógicamente, no tienen
acceso a este beneficio penitenciario.