Cuando usted fume un porro de marihuana o consuma cocaína, opio y otros narcóticos, piense en que entró en el grupo de los depredadores del planeta tierra porque, para ofrecerle estos productos, los narcos acaban con árboles, animales, el agua, contaminan el aire y matan gente.
Estas actividades ilícitas están contribuyendo a la degradación ambiental mediante la deforestación, el vertimiento de desechos tóxicos en la tierra, el agua, ocasionando contaminación química, incluso del aire. Se suman las enfermedades de los consumidores por dependencia, sobredosis que les lleva incluso a suicidios y ocasionan grandes problemas socio-económicos.
“El número de personas que usan drogas se elevó a 292 millones en 2022, lo que representa un aumento de 20% en 10 años. El cannabis sigue siendo la droga más ampliamente consumida en todo el mundo (228 millones de consumidores), seguido por los opioides (60 millones de consumidores), las anfetaminas (30 millones de consumidores), la cocaína (23 millones de consumidores) y el éxtasis (20 millones de consumidores). (Fuente: Informe Mundial sobre las Drogas, Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). 2024).
“El cultivo de cannabis y del arbusto de coca, sobre todo, se hace en lugares difíciles de detectar y de difícil acceso. Se mimetiza entre árboles, en los bosques, para hacer difícil la detección. Eso se ha visto en la cuenca amazónica, en Centroamérica, en la Sierra Madre Occidental de México. Sobre todo, esa narcodeforestación se está viendo en Brasil o Paraguay. (Citas del artículo: “Necesitamos datos sobre la contaminación causada por la producción de drogas”. Publicado por Mongabay. 17 marzo 2024).
DAÑOS AMBIENTALES CANNABIS O MARIHUANA
Hemos encontrado un ‘estudio de campo’ realizado en Marruecos, uno de los grandes productores de cannabis del mundo. Dice:
“La aparición del cultivo del cannabis es el principal causante del acelerado proceso de regresión y degradación de la vegetación natural, es decir, de las superficies forestales…
De esta forma, los suelos de los bosques almacenan una gran cantidad de la materia orgánica, mientras que los suelos de matorral destinados al pastoreo pierden un 30% de materia prima. En cuanto a los suelos dedicados al cultivo del cannabis pueden llegar a perder hasta un 47% de sus materias orgánicas. Efectos que degradan las condiciones naturales de los espacios que paulatinamente se van roturando en beneficio del cultivo del cannabis…
Las repercusiones ambientales y paisajísticas de la roturación de los bosques y la expansión del cultivo del cannabis son evidentes. Suponen una pérdida del patrimonio forestal, un empobrecimiento del paisaje y un paulatino incremento de la erosión con la consecuente degradación de la riqueza de componentes de suelo…” (Fuente, estudio enero 2014: ‘Cultivo de cannabis y degradación del espacio forestal en la provincia de Taounate (RIF Meridional, Marruecos): repercusiones paisajísticas y económicas’. Enrique López Lara, Universidad de Sevilla. Hassan Daïde Mohamed Chaouki, Universidad Sidi Mohamed Ben Abdelah de Fez. Marruecos. Publicado por dialnet.com)
MARIHUANA, DE HIERBA SATANIZADA A INDUSTRIA-MEDICINAL
Esta hierba satanizada en el pasado, de pronto pasó a ser una ‘medicina milagrosa’ y ahora es un negocio tan lucrativo que la “industria del tabaco está muriendo” y ha empezado a invertir en marihuana. Lo dice la siguiente nota: ‘La industria del tabaco está muriendo. Así que Marlboro ya ha empezado a invertir en marihuana’. Xataka.
Y ya no importa se diga: “Que cultivar marihuana es lesivo para el planeta. Producir medio kilo (en invernadero) equivale a casi dos toneladas de dióxido de carbono, el equivalente a 1.200 kilómetros de circulación de un automóvil”.
“En California, el mercado regularizado más amplio del planeta, el 3% de la electricidad ya va dedicada a la industria de la marihuana. En Denver, capital de Colorado, el estado pionero en la materia, el porcentaje se eleva al 4%.
¿Por qué? Por un lado, los invernaderos dedicados al cultivo dependen masivamente de iluminaciones muy sofisticadas y específicas. Como se explica aquí, una lámpara HID emplea 80 veces más energía que una LED. También hay que sumar el efecto de los humidificadores y de los sistemas de ventilación: las luces generan calor que los productores deben neutralizar si no quieren echar su cosecha a perder”.
La industria de la marihuana tiene “un elevado consumo eléctrico. Y hoy por hoy, la mayor parte de la producción energética sigue siendo contaminante”.
AMÉRICA Y EUROPA BAJO EFECTOS DE LA ‘INDUSTRIA DE LA MARIHUANA’
“A largo plazo es un problema. La industria del cannabis aún está en pañales (Estados Unidos ni siquiera cuenta con una regularización federal)… En Massachusetts, estado que se ha propuesto reducir sus emisiones un 25% para 2020, han comenzado a estudiar como limitar el impacto de la marihuana…” (Resumen del artículo: ‘La industria de la marihuana tiene un problema: cultivarla es demasiado contaminante’. Xataka.com 24 dic 2018).
Según datos de Es.statista.com 2 julio 2024, pese a todo, la marihuana está despenalizada en varios países.
“El primer país en legalizar la marihuana para todo tipo de uso en el mundo fue Uruguay en 2013, siendo también uno de los pioneros en autorizar su venta de forma comercial en 2017”.
España, Argentina, Chile, Italia, Reino Unido, Nueva Zelanda, entre otros, cuentan con leyes que habilitan el uso medicinal de los productos obtenidos de la planta Cannabis sativa.
El uso o posesión en diferentes cantidades de marihuana se encuentra despenalizado Colombia, Estonia o Países Bajos.
Colombia entró con fuerza a la industrialización de la marihuana. “De acuerdo con el Ministerio de Justicia, Colombia hoy cuenta con más de 57.000 hectáreas de cultivos legales de cannabis y más de 3.000 licencias otorgadas para uso de semilla para siembra, cultivo de plantas y transformación de cannabis medicinal”. (Fuente: ‘Gobierno pone en marcha primera estrategia especializada para el desarrollo industrial del cannabis y el cáñamo en Colombia’. Ministerio de Comercio Industria y Turismo de Colombia. 06 de mayo de 2024).
El Tribunal Supremo de Brasil decidió (2024) despenalizar el consumo de marihuana para uso personal. El umbral para diferenciar a un consumidor de un traficante se fijó en 40 gramos de marihuana o seis plantas hembra.
En abril de este año (2024), Alemania se unió además a la lista de países en los que es legal consumir y cultivar cannabis de forma recreativa y medicinal, pero su comercialización sólo será permitida en asociaciones cannábicas.
Los giros que da la vida, lo prohibido ahora es ‘sanador’ y los miles de consumidores tapados, hoy se destapan y multiplican.
Mn. 5 nov. 2024.