@MarianaNeiraL
El
alcalde de Quito, Jorge Yunda, ahora pide autorización al gobierno para
importar vacunas y a los quiteños ‘leídos’ se les puso los pelos de punta
porque, creen, primero debe aclarar a la justicia su importación de 200.000 tests
rápidos para detectar el coronavirus, de mala calidad, con sobreprecio y
trampas.
Para
hacer este negocio, aparentemente, usó a funcionarios (ambiciosos o ingenuos) que
le ayudaron a ‘lavarse las manos’, pero los fiscales encontraron documentos y
grabaciones que lo involucran. Con estas evidencias la Fiscalía pidió prisión preventiva
para Yunda, por peculado. La Corte la negó y en su lugar dispuso que use grillete,
la ‘joya’ de moda en Ecuador que indica que las sospechas persisten. (Detalles
en: ‘Fiscalía encuentra elementos que
relacionarían al alcalde Jorge Yunda en investigación por peculado relacionada
a adquisición de pruebas para detección de Covid-19’. El Universo 10
febrero 2021. ‘Fiscalía señala a Jorge
Yunda en la compra de pruebas covid-19’. El Comercio 11 febrero 2021).
Si
se confirmaran las acusaciones de la Fiscalía estaríamos frente a miles de
muertes provocadas por tests que dieron ‘falsos negativos’. Ellos, creyéndose
sanos, realizaron sus actividades normales y contagiaron con el virus a muchas
personas. Podría ser una de las causas para el veloz crecimiento del
coronavirus en Quito, la ciudad más afectada del país, sin un líder que la
proteja.
MILES DE PRUEBAS LLEGARON A QUITO
En
este proceso de investigación a Yunda, suponemos, la Fiscalía averiguará si
Quito ha sido desde el comienzo de la pandemia un centro de consumo de los tests
de mala calidad que las mafias venden en el mundo.
Esta
hipótesis surge por la cronología de hechos. El Municipio de Quito compró
200.000 pruebas covid-19 a la empresa Salumed. El primer embarque de 5.000 arribó
a Quito el 20 de abril 2020 (en total solo llegaron 105.000).
Diez
meses después, la Fiscalía encontró en un centro médico de la capital
ecuatoriana 154.800 pruebas ‘sin registro sanitario’, es decir, sin calidad
garantizada. Aún no hay mucha información sobre este este negocio que huele a
un caso de tráfico ilícito. ¿Quiénes están detrás? (Detalles en: ‘Fiscalía descubre 154.800 pruebas sin registro sanitario en centro
médico de Quito’. El Universo. 3 febrero 2021).
ESPAÑA DENUNCIÓ: LOS TESTS CHINOS NO
FUNCIONAN
El
26 de marzo 2020, el diario El País de España publicaba la nota. ‘Los test rápidos de coronavirus comprados en
China no funcionan bien’. Detallaba: “Así lo han comprobado varios
laboratorios de microbiología de grandes hospitales en los análisis que han
hecho de los kits llegados recientemente de China. Los resultados de esos
ensayos preliminares son descorazonadores: ‘No detectan los casos positivos
como era de esperar’, señala una fuente que ha participado en las pruebas y que
pide anonimato.
Los
test rápidos, fabricados por la compañía china Bioeasy, con sede
en Shenzhen uno de los polos tecnológicos del país asiático, tienen una
sensibilidad del 30%, cuando debería ser superior al 80%, señalan estas
fuentes. Uno de los microbiólogos que ha analizado el test chino asegura: ‘Con
ese valor no tiene sentido usar estas pruebas’. La conclusión de los expertos
que han evaluado estos kits de detección es que habrá que seguir utilizando la
prueba actual, la PCR. Así se lo han comunicado al Instituto de Salud Carlos
III, dependiente del Ministerio de Sanidad”.
El
mismo día “la Embajada de China en España ha afirmado que
la empresa Shenzhen Bioeasy Biotechnology, a la que, según algunos medios
como ‘El País’, el Ministerio de Sanidad ha comprado tests
rápidos para detectar el coronavirus, “no ha conseguido todavía la
licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de
China para vender sus productos”.
También
el 26 de marzo, el gobierno español salió a explicar que “no adquirió estos
test a China, sino a un proveedor nacional. Esta operación se inició antes
de que las autoridades chinas facilitaran nuevos listados de sus proveedores al
Gobierno de España”.
El
gobierno español develó como hizo el negocio. “Inició hace varias semanas
contactos con varias empresas para la adquisición de test diagnósticos, de los
cuales existen varios sistemas en el mercado. Añade que esta partida
comprada a un proveedor nacional contaba con el sello CE, que garantiza que
puede venderse en toda Europa porque cumple la normativa de la Unión Europea”.
El
28 de marzo 2020 se conocía que España había comprado 640.000 pruebas pero cuando
se hizo la denuncia recién habían llegado 58.000 y el gobierno anunciaba que
pediría la reposición de los 640.000 tests. La pregunta es: ¿qué hizo la
empresa china con los 582.000 test defectuosos que no pudo enviar a España?
¿Los revendió a otros países?
Parece
que mafias se encargaron de la reventa porque el 28 de abril 2020 la India
también denunció que “las pruebas de coronavirus fabricadas en China son
defectuosas”. Igual queja presentó la República Checa (Datos de El Universo 28
abril 2020 y BBC).
¿LAS PRUEBAS PARA QUITO ERAN CHINAS O SURCOREANAS?
Para
entonces ya había llegado el embarque de 5.000 pruebas para Quito y el
Municipio aseguraba que eran de Corea del Sur. Qué maravilla, pensamos, porque
el 19 de marzo 2020, Corea del Sur era elogiada por el Financial Times
porque “se ha convertido en referente mundial durante esta pandemia. Hoy la
capacidad del país para realizar pruebas rápidas a 250.000 personas sobre una
población de 52 millones permitió aplanar la curva de contagios.
El
Gobierno surcoreano supo dar una respuesta rápida porque tras la epidemia de
Sars de la década del 2000 Corea del Sur invirtió en desarrollar su capacidad
de respuesta frente a crisis de este tipo”.
Pero
una noticia creó dudas sobre la procedencia de los tests para Quito. Lavanguardia.com
de España, informó el 30 de marzo 2020 que la “empresa surcoreana Genbody de
soluciones diagnósticas ha recibido autorización de su gobierno para exportar 1’331.000
de test de diagnóstico rápido a países latinoamericanos (medio millón a Panamá,
otro medio millón a Venezuela, 101.000 a Chile, 100.000 a Brasil, otros 100.000
a Colombia y 30.000 a la República Dominicana), según detalló a Efe una
portavoz de la compañía. También exportará a Hungría, Irlanda, Turquía,
Nigeria, Malasia, Vietnam, Indonesia, Bangladesh y Pakistán”.
La
empresa surcoreana también aseguraba que “su producto ofrece una gran
precisión, y que en las pruebas clínicas realizadas en Corea del Sur y China la
precisión ha sido de entre el 96 % y el 100 % ‘en las etapas de desarrollo de
anticuerpos’ de los sujetos testados”. (Nota: ‘Empresa surcoreana exportará 1,3 millones de test a 6 países
latinoamericanos’. Lavanguardia.com, 30 marzo 2020).
Curiosamente,
en la lista de los compradores de esos tests a Corea del Sur, no aparecían ni
Ecuador ni Quito, lo que hace sospechar que el Municipio no compró a ese país. Ahora
el alcalde Yunda quiere importar vacunas. Por favor, ¡no!, dicen muchos
quiteños que prefieren la provisión de vacunas a través de las cadenas
farmacéuticas, como lo está haciendo Estados Unidos. Estas ganan su utilidad, pero
garantizan la calidad del producto y frenan la coima de los funcionarios que
manejan la chequera de las instituciones del Estado alegremente.