En
el 2017 hubo un candidato a presidente de la república de Ecuador que ofreció
cortar las manos a los ladrones. Si su idea se hubiese convertido en ley, ahora
sería un manco en la cárcel a donde llegó en el 2018 por lavado de activos en el IESS, víctima preferida de
las bandas de ladrones que han pasado por allí.
Ese
candidato fue Iván Espinel Molina, de Fuerza Compromiso Social, aliado del
movimiento Alianza PAIS de Rafael Correa, ahora de Lenin Moreno. Los dos le
dieron una alta dignidad en el IESS y un ministerio a este primo de los
hermanos Vinicio y Fernando Alvarado Espinel que manejaron la comunicación y
otras cosas más en la década correísta.
Espinel
reveló que, durante sus recorridos proselitistas, algunas personas le decían
que era “igualito a Rafael Correa”, el ex presidente y ex jefe suyo que,
“igualito a él”, está implicado en corrupción, pero a diferencia suya, anda
fugitivo y divertido por ‘las europas’. (Detalles del candidato en la nota: ‘Iván Espinel es
el prototipo del vivaracho canchero y cínico’. 4pelagatos. N
Pero
como vamos a ver en esta ayudamemoria,
el corte de manos a los ladrones, no fue una idea original del ex candidato
preso.
En
los artículos anteriores: ‘Tanta
corrupción hace añorar la pena de muerte pero…’ y ‘Países que castigan a los corruptos con la pena de muerte’,
contamos que en tiempos de la Gran Colombia, Simón Bolívar aplicaba la pena de
muerte para castigar a quienes le robaban al Estado, pero nos ‘civilizamos’ y la
cambiamos por penas de prisión leves. Solo por Asia siguen aplicando la pena de
muerte por corrupción. Se decía que allá también castigaban a los ladrones cortándoles
las manos, pies y piernas, pero revisando datos vemos que solo les mutilan a
los ladrones pobres, a los de la calle, no a quienes roban al Estado. Y ese
castigo lo aplican por mandato divino, entonces, cabe preguntar: ¿sus dioses creen
que solo los pobres son ladrones?
Veamos
por qué y cómo en algunos países cortan las extremidades a los humanos.
La Sharia por Hudud
La
amputación es una forma de castigo impuesta en Irán desde la instauración
de la República Islámica en 1979. La ‘Sharia’, palabra árabe que significa
“camino o senda del Islam”, regula el código penal islámico. El Hudud determina
los actos a ser penados por la Sharia y son: adulterio, homosexualidad, consumo
de alcohol, asaltos y robos.
Según
esta ley islámica: “El castigo por robo es: en la primera ocasión, la
amputación de cuatro dedos de la mano derecha del ladrón sin cortar la palma de
la mano. La segunda vez, la amputación de los dedos del pie izquierdo de manera
que quede la mitad de la planta. La tercera vez, el castigo será cadena
perpetua. La cuarta, la ejecución, incluso si el robo se ha cometido en
prisión”.
Esta
ley islámica la aplican principalmente en Irán, Afganistán y Pakistán.
(Detalles
en la nota: ‘Un iraní condenado a la amputación por robar demanda a
la República Islámica’. Elconfidencial.com 08/05/2014.)
Terroristas amputadores
El
Movimiento por la Unidad del Yihad en África del Oeste (yihadistas), que desde
junio 2012 controla la región de Gao, volvió a aplicar la ‘Sharia’ desde el 10
de septiembre del mismo año. En las primeras imágenes se muestra a cinco
supuestos delincuentes con sus extremidades cortadas.
La
brutalidad con la que los yihadistas castigan a quienes infringen la ley
islámica, es habitual en la zona. En agosto, un supuesto ladrón sufrió la
amputación de su mano derecha.
“Lo
que les hemos hecho nos lo ha mandado Dios; los pecados de esta gente han sido
borrados”, ha manifestado un yihadista sobre estas últimas
amputaciones. Un portavoz de la milicia, explicó que la 'Sharia' establece
un doble castigo para quienes han cometido los delitos de robo y atraco, de
manera que, “la sentencia por el robo es el corte de una mano” y “por el atraco
es el corte de la pierna contraria”. Un tribunal islámico validó la condena.
(Nota: ‘Primeras imágenes de las amputaciones a ladrones en
Malí’. Elpais.com. 15
septiembre 2012.)
‘Estilos’ de amputaciones
Según “fuentes
creíbles” consultadas por Human Rights Watch (HRW), Physicians for Human Rights
(PHR), The African Centre for Justice and Peace Studies (ACJPS) y REDRESS, el
pasado 14 de febrero 2013, en Sudán, médicos del Hospital Al Rebat, dependiente del Ministerio de
Interior, amputaron la
mano derecha y el pie izquierdo a Adam al Muthna, de 30 años de edad, en
ejecución de una sentencia judicial por asaltar una camioneta de pasajeros.
“Se
trata del primer castigo islámico que se aplica en el país africano en casi
tres décadas, por disposición del presidente sudanés, Omar Hassan al Bashir que
ha restaurado los castigos corporales para cumplir con la ley islámica”. (Nota:
‘Las autoridades de Sudán mandan amputar
una mano y un pie a un hombre acusado de robo’. Teinteresa.es. 28 de febrero
2013.)
El 16 de septiembre 2013, Yemen mostró la variedad
de amputaciones que se pueden hacer legalmente, aplicando la ley islámica.
Un hombre fue declarado culpable de tender una
emboscada y atacar a un hombre que transportaba dinero en su automóvil. Un
tribunal le impuso la pena de “amputación cruzada” que consiste en la
amputación de la mano derecha y del pie izquierdo.
Con arreglo al derecho yemení, la pena de amputación
de la mano derecha a la altura de la muñeca se aplica al robo que cumple las
condiciones de delito Hudud. La reincidencia se castiga con la
amputación del pie izquierdo a la altura del tobillo. Cometer el delito por
tercera vez comporta 15 años de cárcel. (Nota: ‘Condenado a amputación por robo a mano armada’. Yemen. Amnesty.org.
16 septiembre 2013.)
Primera demanda a Irán por amputación
El
8 de mayo 2014 se conoció que, 17 años atrás, Reza Safari fue acusado del
robo de una demanda a la República Islámica de Irán. El tribunal de la ciudad
de Arak que declaró su culpabilidad le condenó a la amputación de los
dedos de la mano derecha.
“Aquel
día permanece en mi memoria… Había varios guardas controlando las amputaciones
en el patio carcelario. Me cortaron los dedos con una sierra eléctrica,
recuerdo todavía que había sangre en la hoja… a los condenados se les mutila
sin anestesia, de modo que sirvan de ejemplo para el resto de presos”.
Este ciudadano iraní, oriundo de la
ciudad de Arak, ha pasado un total de 17
años de su vida en prisión por diferentes robos. Su defensa siempre ha
sido la misma: una situación de extrema pobreza le llevó a robar para poder
alimentar a su familia. Asegura que, durante su primer juicio por hurto, cuando
el Tribunal Sección 4 de Arak le comunicó la sentencia pensó que “era una broma,
que el juez quería asustarme”.
Pasó cinco años entre rejas antes de
ser puesto en libertad. Tuvo entonces que aprender a vivir como un
discapacitado, a acostumbrarse a que “todo el mundo me mirase”. Pasó seis meses
buscando empleo, pero su mano incapacitada le impedía desarrollar la mayoría de
los trabajos. “La carencia de ingresos y de empleo, mi situación económica, me
llevaron a robar de nuevo”, cuenta Reza. Un año después de salir de la cárcel,
la policía iraní volvió a arrestarle. Le
condenaron a una nueva amputación, esta vez, de los dedos de su pie izquierdo.
Ahora,
este iraní de 43 años se ha convertido en el primer ciudadano en demandar
a la República Islámica por aplicar la ‘Sharia’ (ley islámica) en las cárceles y haberle “convertido en un hombre
discapacitado y por todas mis pérdidas materiales y mentales”. Un
activista iraní residente en el extranjero llevará su demanda ante un tribunal
internacional. (Nota:
‘Un iraní condenado a la amputación por robar demanda a la República
Islámica’. Elconfidencial.com 08/05/2014.)
Irán es campeón mundial en cortar
extremidades
Esta
demanda internacional no le importó a Irán que lleva la delantera en cantidad
de amputaciones; realizaría decenas por año. Un caso muy cruel sucedió en abril
2017. Las autoridades judiciales de Shiraz, provincia de Fars, amputaron la
mano a Hamid Moinee, por atraco. Lo hicieron faltando 10 días para ejecutarlo
por asesinato.
En
febrero 2017, el Tribunal Supremo ratificó una “condena a ceguera” impuesta a
una mujer como castigo por haber dejado ciega a otra.
A
Irán tampoco le importa las críticas. El 18 de enero 2018, Amnistía
Internacional manifestó su “indignación” porque las autoridades iraníes amputaron
la mano de un hombre de 34 años, declarado culpable de robo de ganado y otros
bienes en varios pueblos. La amputación que se llevó a cabo con una guillotina,
tuvo lugar en la prisión central de la ciudad de Mashhad, según el periódico estatal Khorasan
News.
“Infligir
castigos tan terriblemente crueles, no es justicia, y pone de relieve el
absoluto desprecio de las autoridades iraníes por la dignidad humana. La
amputación, lisa y llanamente, es tortura, y administrar tortura es delito,
según el derecho internacional”, dijo Magdalena Mughrabi, directora adjunta de
Amnistía Internacional para Oriente Medio y el norte de África”.
Mohammad
Javad Larijani, presidente del Consejo de Derechos
Humanos de Irán, negó que este tipo de penas constituyeran tortura y afirmó que
estaban “cultural y religiosamente justificadas”.
Para
las autoridades iraníes, “la amputación es la mejor forma de prevenir el robo y
lamentan que no pueda llevarse a cabo en público”. (Nota: ‘Irán: Las autoridades amputan la mano a un
hombre en un acto de estremecedora crueldad’.
Amnesty. Org 18 enero 2018.)
¿Es una forma de prevenir el robo o un fanatismo religioso ligado
al placer de ver sangre? Lo grave es que países con esta mentalidad han
emprendido la conquista del mundo. ¿Vendrán a América?