Los expertos en política dicen que “el voto duro correísta está entre el 15 y el 20 % del electorado”. Esa gente, llueva, truene o relampaguee, votaría por Rafael Correa o su sustituto.
Eso
quiere decir que hay un 80% de ecuatorianos contentos porque tras la denuncia
de periodistas y la investigación fiscal, los jueces ordenaron que a Correa,
con su círculo íntimo, se le encerrara en una cárcel durante 8 años por ‘autor
mediato del delito, por dominio de organización’ para cobrar coimas a los
contratistas que querían ejecutar obras para el Estado.
Quien
confirmó el cometimiento de este acto ilegal tipificado como ‘cohecho’ fue
justamente Correa que, sin siquiera sonrojarse, admitió haber usado el fondo
formado con ese dinero robado al Estado ecuatoriano para pagar su tarjeta de crédito.
(Más
datos en notas: ‘Aunque no sabe si podrá
ser candidato, Rafael Correa inició su campaña electoral en Twitter’. El
Universo. 22 febrero 2020.
‘Fiscal Diana Salazar pide se ratifique la
sentencia de autor mediato de Rafael Correa en caso Sobornos 2012-2016’. El
Universo. 1 julio 2020.)
Los equipos ganadores: periodistas,
fiscales, jueces
La
historia del ‘caso sobornos’ comenzó con la denuncia ‘arroz verde’ realizada
por un trío de periodistas: Fernando Villavicencio, a quien le conocí por los
años 90 cuando la prensa se metió de lleno en la denuncia de la violación de
derechos humanos durante el gobierno de León Febres Cordero. Luego lo vi, a
distancia, vinculado a los gremios petroleros, y en la década correísta apareció
con investigaciones-denuncia contundentes. A Christian Zurita le conocí con unos
20 años de edad cuando, con Fausto Yépez, llegó a la revista Vistazo/Quito para
pedir una pasantía. Los dos se apasionaron por la investigación periodística. Christian
anduvo por la televisión y prensa escrita hasta llegar a los medios digitales
que merecen un aplauso por su gran estímulo a la investigación denuncia. Junto
a Christian y Fernando ahora veo a Cristina Solórzano, una joven que viene a
ser la nueva generación de periodistas investigadores decididos a continuar atrapando
pillos.
Con
‘arroz verde’ atraparon a la élite corrupta dirigida –aunque parezca increíble-
por un ex presidente de la república, Rafael Correa, desde el mismísimo palacio
de gobierno. Mucha gente se pregunta, ¿cómo se llegó a esto?
Gracias
a los cambios políticos, institucionales y legales, luego de que cayera el precio
del petróleo. Correa ya no tenía dinero para pagar la enorme deuda que contrajo
irresponsablemente ni para gastarlo a manos llenas como lo hizo durante 10
años. Entonces, el ‘rey midas’ resolvió ir a vivir en Bélgica, dizque por
pedido de su familia, y dejar en su lugar a un sucesor dócil y cómplice para
que solucionara los problemas económicos que dejó en el país. Pero, como dice
el pueblo, ‘el tiro le salió por la culata’.
Venciendo al miedo
Lenin
Moreno, el sucesor elegido con pocos votos en una elección cuestionada, pronto
tomó decisiones sorprendentes y empezó a alejarse de los correístas que lo
llaman ‘traidor’. Instó al Consejo Nacional Electoral a que convocara a un Referéndum y Consulta Popular que se
dieron el 4 de febrero 2018 y generaron cambios legales, institucionales
y de autoridades.
Fue
neutralizada la ley de comunicación que ponía bozal a los comunicadores,
especialmente a los periodistas investigadores, para que no hicieran sus
denuncias.
A
los puestos claves en los organismos de justicia llegaron algunos rostros
nuevos mezclados con los viejos, todos con el mismo miedo de antes. Temían
investigar y enjuiciar a los correístas. Es imposible olvidar, por ejemplo, a
ese fiscal que renunció por ese miedo. Felizmente le reemplazó una joven
valiente, Diana Salazar. Por una calificación baja que tuvo durante el concurso
para el cargo de fiscal, muchos creímos sería su punto débil que atacaría el
correísmo para amedrentarla, debilitarla o conquistarla, pero quienes pensamos
así, nos equivocamos. Como sucede en todos los países libres, ella restableció
el nexo entre periodistas denunciantes y fiscalía. (El periodista expone
públicamente un caso y la fiscalía investiga si atrás de ese caso existe un
delito). Y en el ‘caso sobornos’ mostró su conocimiento académico y rechazó los
intentos de amedrentarla hasta con insultos racistas.
La
lectura, evaluación jurídica y sentencia final por ‘sobornos’ correspondió a nueve
jueces que, seguro, les tembló la mano el momento de firmarla, pero lograron
vencer el miedo a Correa y su círculo íntimo.
La
primera sentencia la dictaron el 7 de abril 2020 los jueces del Tribunal de la
Corte Nacional: Iván León, Iván Saquicela y Marco Rodríguez.
Después,
el 21 de julio 2020, el Tribunal de Apelación conformado por los jueces David
Jacho, Wilman Terán y Dilza Muñoz, desechó el recurso con el que los procesados
intentaban revertir la sentencia de primera instancia y ratificó el delito de
cohecho con 8 años de reclusión.
El
7 de septiembre 2020, el Tribunal de Casación de la Corte Nacional de Justicia
ratificó la condena a 8 años de cárcel para Rafael Correa y 15 procesados más.
Con ese fallo sepultaron la posibilidad de que el ex presidente participara en
las elecciones 2021 como candidato a vicepresidente, en binomio con Andrés
Arauz. La decisión fue tomada por los magistrados Milton Ávila, Javier de la
Cadena y José Layedra.
(Detalles
en las notas: ‘Jueces alistan el fallo en
el caso sobornos’. El Comercio. 7 abril 2020.
‘Sentencia en caso ‘Sobornos’ será lección
para clase política’. LaHora. Abril 08, 2020.
‘Caso Sobornos: acusados le apuestan al
recurso de casación’, La Hora. Julio 21, 2020.
‘Tribunal ratifica sentencia contra correa y
lo señala como el instigador del cohecho’. planv.com.ec. 7 septiembre 2020.)
Lección: no actuar en solitario
Así
ha funcionado ‘la cadena de la justicia’ en el ‘caso sobornos’ que viene a ser
la confirmación de denuncias anteriores que anticipaban que el correísmo estaba
cometiendo grandes actos de corrupción.
Algunas
de esas denuncias las hicieron, de manera reservada, individual, personas que
no midieron el riesgo y, casualmente, terminaron asesinadas, mientras los
involucrados en los supuestos actos de corrupción eran defendidos a capa y
espada por Correa.
Esas
personas que, literalmente, se jugaron la vida, merecen un homenaje especial con
una investigación a fondo de la fiscalía para descubrir a los autores
intelectuales y materiales de sus asesinatos. Y en el juzgamiento se debe dejar
en claro que el Estado está para proteger al ser humano, no para matarlo o
encubrir a sus asesinos.
Quince
personas fueron asesinadas tras denunciar corrupción en las aduanas; los secretos
grabados en los ‘pativideos’; los negociados en los canales de televisión manejados
por el gobierno correísta; la compra de los helicópteros indios de tan mala
calidad que casi todos ya se han caído; el préstamo ‘facilito’ que le hicieron
a un ‘ché’ que tenía fascinados a los gobernantes correístas.
Cuatro
personas fueron asesinadas por denunciar que Ecuador era parte del tráfico
internacional de drogas con carteles mexicanos y colombianos; por saber mucho
de la ‘narcovalija’ en la cual estuvieron involucrados funcionarios de la
cancillería que, como la hermana del entonces presidente Correa, posaron para fotos
con los supuestos narcos apresados en Italia. También hubo un muerto por
denunciar a una correísta como ‘capo’ de la venta de drogas en la cárcel y porque
escribió que por ahí hubo unos crímenes misteriosos con olor a vendetta.
¿Qué
experiencia nos dejaron estas historias? Que actuar en solitario es peligroso.
Cualquier denuncia se la debe realizar con el asesoramiento o respaldo de
grupos e instituciones protectoras.
Al
poder se lo vence con la unión, la confianza y la verdad.
MURIERON TRAS DENUNCIAR ABUSOS Y CORRUPCIÓN: 15
- Carlos Navarrete, Raúl Rodríguez, Byron Baldeón, Fausto Valdiviezo (y 1 persona más).
- Quinto Pazmiño (y su esposa), General Jorge Gabela (y 6 personas más), María Fernanda Luzuriaga.
MURIERON POR DENUNCIAR NARCOTRÁFICO: 4
- Wellington Alcívar, Oscar Caranqui, Jean Paúl Flores (y 1 persona más).
MURIERON EN PROTESTAS: 15
- Bosco Wisuma, 30S (10 personas) y 4 mineros.
(Detalles
de los casos puede leerlos en: ‘Las muertes sin aclarar de la década correísta’.
Planv.com.ec.
En este blog:
En el libro: ‘Los muertos de la política.
Crímenes políticos en el Ecuador, 1960-2018’, publicado por la Universidad Andina
en 2020.
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