¿Se quemaron las 614 toneladas
de estupefacientes incautadas en la ‘década ganada’ por Correa y su círculo? Debería
preocuparnos a todos el destino de esta droga porque no es pelo de cochino. El
precio de cada tonelada en el mercado ecuatoriano está en $4’000.000; en EE.UU.
$27’000.000; en Europa $62’060.000; en China $170’000.000. Por lo tanto, es una tentación.
Vea la nota: ‘La droga mueve mucho dinero en Ecuador’.
El destino de todo
estupefaciente incautado es la incineración. Como cualquier lector curioso decidí
escudriñar las notas de prensa y observé que las cifras de droga incinerada son
menores a las de droga incautada-almacenada. ¿Por qué esta diferencia? Podría
haber varios motivos, por ejemplo, que yo no busqué bien, o que los medios no informaron
todas las incineraciones por negligencia profesional (¿), o porque se les negó
información aduciendo que es ‘reservada’. No olvidemos que a todo lo que movía
millones, Correa y su círculo le ponían el sello de ‘reservado’. Recién a
partir del 2015, más desde el 2016 cuando el Consep cambió de nombre a Secretaría
Técnica de Drogas (SETED), comenzaron a verse notas de prensa sobre
incineraciones. O sea, los primeros 9 años del correísmo hubo silencio sobre el
manejo de un asunto tan delicado: el destino de la droga incautada.
VEAMOS
LAS NOTAS DE PRENSA
El Universo informó el 8
de abril 2015: ‘8,5 t de droga incineradas en Quito’.
Más de un año después, el
31 de agosto 2016, El Comercio lanzó una denuncia: ‘39 toneladas de droga
incautadas desde el 2004 están embodegadas’. ¡12 años embodegadas! Fue una presión
sutil para sacar la información secretísima del Estado que confisca, embodega,
enjuicia y quema la droga. Y comenzó el destape.
El 17 de marzo 2017, a poco
de que Correa y su cúpula dejaran el poder, el diario oficialista El Telégrafo,
en su nota titulada: ‘El 98% del alcaloide incautado en los operativos fue incinerado’,
hizo una gran revelación. Las organizaciones estatales antidrogas tenían en sus
bodegas secretas 699 toneladas de droga embodegada desde 1992 hasta febrero del
2017. ¡25 años de tentación!
De esa cantidad, “se han
destruido 664,5 toneladas y 34,5 toneladas serán incineradas, una vez que ese
organismo reciba la orden judicial respectiva”. En la misma nota se dice que de
esas 34,5, “1,5 fueron quemadas en el 2016”. Incomprensible este dato ‘retro’,
pero bueno, digamos que sobraron 33 toneladas para quemarse y las quemadas
subieron a 666.
Recién “el año pasado (2016)
se conoció que había narcóticos almacenados desde 1992”, reveló el diario El
Comercio. O sea, durante los 9 años de la ‘revolución’ de Correa, este dato se
mantuvo en secreto. ¿Por qué?
Si sumamos las 33
toneladas a las 90 toneladas que los periodistas calculan fueron confiscadas en
el 2017 (aun no hay cifra oficial), significaría que el 2017 terminó con 123
toneladas para incinerarse.
Estas son las matemáticas
oficiales, pero…
NO
EMPATAN LAS CIFRAS
Si comparamos las cifras oficiales
con las publicadas por los medios de comunicación, no empatan.
El Estado informó que hasta
febrero 2017 se quemaron (664,5 toneladas primero, 1,5 después) en total 666
toneladas, luego Ledy Zuñiga, Secretaria Técnica de Prevención Integral de
Drogas (Seted), agregó 120 toneladas quemadas en 2017. Total: 786 toneladas
quemadas. http://www.ecuavisa.com/articulo/noticias/nacional/355821-droga-incautada-2017-se-empezo-incinerar-afueras-quito
Recogiendo las versiones
de los funcionarios del Estado, los medios informaron sobre tres incineraciones
por 223,5 toneladas desde el 8 de abril 2015 hasta el final del 2017.
Si de estas 786 toneladas
quemadas, según el Estado, restamos las 223,5 toneladas quemadas, según los
medios de comunicación, la diferencia es enorme: 562,5 toneladas que no sabemos
si fueron mismo quemadas, como dice el Estado, o siguen almacenadas en las secretísimas
bodegas de las instituciones que resguardan la droga. Sus autoridades tienen la
obligación de aclarar las estadísticas de los 9 años de silencio informativo correísta
sobre la droga incautada.
CUADRO DROGA INCINERADA DESTRUIDA
DETALLE TONS
Almacenadas de 1992 a febrero
2017 699,0
Incineradas 1992 a
febrero 2017 666 (saldo por destruir 33)
Incineradas 8 abril 2015 8,5
Incineradas enero 2016 a
28 marzo 2017 95 (saldo por quemar 7,7)
Incineradas en 2017 120
(El 2018 empezaron por
quemar 4 toneladas de 15 programadas).
¿BODEGAS
SECRETAS Y SEGURAS?
Alrededor de la
vigilancia de la droga incautada ha habido un halo de misterio. Los lugares
donde la almacenan y donde funcionan los hornos usados para incinerarla son un
secreto para el común de los mortales como usted y yo, pero los narcos los
conocen muy bien. Lo confirma esta nota de El Comercio:
Cuando descubrieron que había
narcóticos almacenados desde 1992, “la Judicatura, la Corte Nacional de
Justicia, el Ministerio del Interior y la Fiscalía General advirtieron que la
acumulación de estos cargamentos ilegales era una “problemática”. Lo dijeron el
director de la Seted, Rodrigo Suárez, y el fiscal Diego Bolaños.
“Bolaños reconoció que el
almacenamiento de los estupefacientes generaba problemas ambientales y de seguridad.
¿La razón? Las mafias del narcotráfico
buscaban recuperar las sustancias. En la Fiscalía aún se habla del ataque
registrado el 13 de abril del 2012 en las bodegas del anterior Consep, que fue
eliminado tras la creación de la Seted, en el 2016.
Ese día, seis hombres ingresaron a las
instalaciones, en Quito, y se llevaron una cantidad indeterminada de
precursores químicos y 70 kilos de droga. Las primeras investigaciones
revelaron que los sospechosos iban disfrazados como policías y así sometieron a
los guardias de seguridad.
También se han registrado
ataques a los hornos. Por eso ahora se mantiene bajo reserva la ubicación de
estos equipos. Para evitar estos incidentes, el nuevo Código Penal, que rige
desde agosto del 2014, incorporó un artículo (474) en el que se dio un plazo
máximo de 15 días para que el juez ordene la destrucción de las drogas.
Pero las autoridades admitieron ayer que no
existía un protocolo para ese trámite. De allí que el 19 de septiembre del
2016, la Judicatura emitió un Reglamento que obligó a que se incinerara de
inmediato toda la droga almacenada…”
Tuvieron que pasar 9 años
de ‘revolución’ correísta para que se decidieran a tomar acciones para proteger a la droga
confiscada de los ladrones.